Tras un acto en el que se dio inicio oficial al “Mes de la Solidaridad” en el arzobispado de La Serena, monseñor René Rebolledo llamó a hacer gestos solidarios con los semejantes.
La autoridad eclesiástica dijo que este mes ha comenzado con gran entusiasmo, contemplando algunas actividades por parte de la pastoral. “Podemos destacar algunas conferencias en relación al mundo del trabajo. Conferencias también de algo que nos preocupa a todos, del tema de la vida y del aborto, como también actividades solidarias de todos los grupos, de los movimientos de iglesia, todos se están preocupando para realizar actividades solidarias a lo largo de este mes”.
Más adelante destacó que en la actualidad se habla del Mes de la Solidaridad, pero que en un comienzo el Parlamento fijó para el 18 de agosto el “Día Nacional de la Solidaridad”, luego la práctica de las comunidades extendieron ese día a una semana y ahora a un mes. “Esto es muy significativo porque debemos tener una vida solidaria, que cada día tengamos este impulso de salir al encuentro de las necesidades de los demás, en cuanto nosotros también y nuestras familias puedan realizarlo. En la Iglesia hay muchas actividades solidarias, aquí la arquidiócesis tiene una pastoral muy bien organizada con trabajadores, adultos mayores, con niños en condiciones de vulnerabilidad social y eso me tiene a mí tremendamente entusiasmado”, señaló.
EL SIGNIFICADO
Patricio Alegre, director de la pastoral social de la arquidiócesis de La Serena, precisó que el significado del “Mes de la Solidaridad” como Iglesia es ir en ayuda de los demás, pero no sólo para celebrar al Padre Hurtado, sino que por un llamado que hace Jesucristo. “Desde nuestro bautismo estamos llamados a ser imitadores de Jesús, por lo mismo debemos ser solidarios con todos. San Alberto Hurtado nos invita a reconocer al que sufre, al que presenta cualquier tipo de necesidad, a reconocer el rostro de Cristo y el Padre Hurtado lo hizo de esa manera, reconoció en cada uno de ellos esa imagen de un Cristo sufriente y nosotros estamos llamados a imitarlo”.
El capellán de la Cárcel, Enrique Abricot de La Serena, dijo que en ese recinto hay personas que desde hace muchos años acuden diariamente a dar un testimonio de amor y llevan la palabra. “La sociedad ha perdido un poco la solidaridad de escuchar, hoy estamos preocupados del wassap y de todo eso y nos olvidamos del corazón, del sentimiento y estas personas diariamente hacen la solidaridad, es un ejemplo digno de imitar con aquel que está cumpliendo una condena por cometer un error".
Fuente: diarioeldia.cl