El día después del infierno pareció llevar algo de calma a calle Gandarillas.
Diez y media de la mañana y pese al devastador panorama, con siete casas gravemente dañadas por el incendio del viernes, algunas de las familias afectadas llegaron temprano para ver lo que se había salvado y para, junto a personal municipal, iniciar el trabajo de retiro de escombros, primer paso para comenzar a levantarse y reconstruir sus viviendas y sus vidas. “No queda otra opción que ser optimista, aunque cueste después de haberlo perdido todo. Lo único que espero es que nos ayuden las autoridades porque solos será difícil recuperar lo perdido”, dice Luisa Morales, residente del sector desde hace 40 años, cuya casa resultó con pérdida total.
PELIGRO INMINENTE. Pero no sólo los afectados por el siniestro hoy despertaron con un peso sobre sus hombros. El incendio que azotó prácticamente a una calle entera en pleno casco histórico y que se propagó velozmente reabrió el debate sobre la seguridad en las antiguas construcciones de la zona típica serenense, ya que una vez más habría quedado demostrado que no están preparadas para enfrentar este tipo de emergencias y se encuentran en un riesgo constante. Así lo aseguró el experto investigador de incendios del Cuerpo de Bomberos de La Serena, Mauricio Mc-Lean, quien precisó que las edificaciones no se están adecuando a los tiempos en términos de seguridad. “Pasó lo mismo hace unos años en calle Domeyko, hace poco en la Casa Piñera y ahora acá, independiente de las causas que originen el fuego, lo que hace que se propaguen de esta manera es que estas casas lo propician en cuanto a su arquitectura, el calor se expande de entretecho en entretecho y no existen cortafuegos. La verdad es que si me preguntas a mí, es necesario que se haga una intervención para que esto no se repita y la zona patrimonial no se siga destruyendo”, explicó Mc-Lean.
INTERVENCIÓN URGENTE. Desde el municipio, el alcalde de La Serena, Roberto Jacob, lamentó lo sucedido y aseguró que ya dispuso de ayuda desde la casa edilicia para los afectados. Pero también reparó en la necesidad de efectuar una intervención radical en la zona típica para preservarla. Eso sí, aseguró que no depende sólo de ellos. “Yo creo que la primera responsabilidad es de los propietarios de los inmuebles para mantener medidas de seguridad adecuada, en cuanto a instalaciones eléctricas y de gas, pero, claro, la antigüedad de las casas es un factor determinante para que ocurra lo que en definitiva pasó. La forma de construir antes no es la de ahora y esos inmuebles no tienen cortafuegos, y son susceptibles a que cuando hay un incendio no se queme una casa sino cinco, seis o siete, como ahora”, expresó Jacob.
Agregó que su idea es, a partir de lo que sucedió, crear una mesa de trabajo entre propietarios, autoridades y el Consejo de Monumentos, para ver de qué forma se puede efectuar la intervención de mejoramiento en la seguridad, que implicaría una inversión importante. “Tenemos que trabajar el tema desde ya, buscar algún subsidio que permita la renovación de los sistemas a cada propietario, porque no es fácil ni barato, y también que se pueda realizar sin pasar a llevar las normas del Consejo de Monumentos Nacionales, pero lo cierto es que la intervención en todo el casco histórico se hace absolutamente urgente y necesaria”, indicó el edil.
DERRIBANDO EL MITO. Que el Consejo de Monumentos Nacionales es demasiado restrictivo y que no permite realizar cambios ni alteraciones en la zona típica es una de las razones que se escuchan con frecuencia cuando se consulta el por qué durante años no ha existido un trabajo para que las construcciones del casco histórico cumplan con los estándares básicos de seguridad. Sin embargo, desde la entidad, la encargada regional Daniela Herrera, asegura que aquello no es del todo cierto. Indica que si bien es necesario efectuar una tramitación, esta es muy sencilla y sólo se debe hacer si las fachadas se van a ver alteradas. “Hay mucho de mito en lo que se dice de lo que puede o no puede hacer el Consejo, pero lo cierto es que en cuanto a la reparación y mantención de sistemas, nosotros no tenemos nada qué decir. Sólo nos compete cuando se quiere hacer un cambio mayor como ampliaciones o cambiar fachadas (…)
Es más, nosotros creemos que es necesario analizar el tema y pensamos que las autoridades deben comenzar a generar estos cambios, hacer mesas de trabajo, en eso nosotros siempre hemos estado llanos a participar y colaborar para trabajar en conjunto, porque si ha habido más de un incendio que se propaga de esa manera, hay que hacer algo y si se requiere la autorización del Consejo, agilizar todo tipo de trámites”, sostuvo Herrera.
Fuente: diarioeldia.cl