Y se desató Argentina. Y aparecieron los goles, los mismos que tanto extrañaban en la primera ronda. Porque gracias a la efectividad que buscaba con ansiedad el “Tata” Gerardo Martino, el seleccionado trasandino se instaló en la final de la Copa América tras golear a Paraguay por 6-1.

CLARO TRIUNFO. Fue un primer tiempo calcado al duelo disputado en La Serena, en la primera ronda. Porque Argentina era superior; jugaba más y era el claro dominador de las acciones. Si hasta por momentos era un partido cómodo para los dirigidos del “Tata” Martino. Y eso quedó de manifiesto a los 15’ con gol de Marcos Rojo y luego a los 26’, con anotación de Javier Pastore. A eso hay que sumarle que Paraguay tuvo que realizar dos cambios obligados tras las lesiones de Roque Santa Cruz y Derlis González, éste la figura del equipo.

Entonces, la ventaja en el Ester Roa, por todo lo vivido en la cancha, era justa. Sin embargo, Lucas Barrios, que había ingresado en reemplazo de Santa Cruz, puso el descuento minutos antes de que finalizara el primer tiempo. Sí, se vino a la memoria lo sucedido en La Portada, donde tras ir ganando Argentina con comodidad, al final el resultado terminó empatado a dos tantos.

Pero los dirigidos del “Tata” no querían pasar susto. Querían asegurar el partido y jugar la final con Chile y ganarla como en 1993. Y por eso ingresaron con todo en la segunda fracción. Porque sólo pasaron algunos minutos para que el seleccionado trasandino comenzara a liquidar el partido. Claro, ya que tras una buena jugada de Mascherano y Pastore, sin duda la figura del partido, Angel Di María sentenciaba el marcador. Es que con un 3-1 y Argentina jugando a su antojo, era muy complicado que Paraguay lo igualara. Y menos cuando Di María, nuevamente, marcaba su segundo personal y el cuarto de la noche.

Ya no iba a suceder lo de la primera jornada. Y no porque Paraguay no lo intentara, sino porque Argentina era superior. Así comenzó a dominar el compromiso y por eso llegaron más goles. El quinto lo anotó Di María y el sexto  y final, Gonzalo Higuaín.

Así, Argentina y Lionel Messi esperan poder cantar aquel tango que dice: “Vas a ver que lindo cuando allá en la cancha mis goles aplaudan…”.

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Fuente: diarioeldia.cl