Hace ya varias semanas. Mucho antes de que la Roja se congraciara con todo el país logrando la Copa América, en una reunión extraordinaria, en Quilín, allá en Santiago, un martes por la noche, el Consejo de Presidentes dio a conocer varias propuestas que remecerían al fútbol chileno. Y todas, claro está, con la venia de Sergio Jadue, su presidente.
En la oportunidad, el directorio de la ANFP expuso ideas que apuntaban a mejorar, a como dé lugar, el torneo nacional, destacando un punto en particular, que era elevar el nivel de los jóvenes. O sea, que la presencia de un jugador Sub 20 en cancha fuera imprescindible. Y la postura, obviamente, coincide con lo que ha manifestado hasta el cansancio Jorge Sampaoli. Porque el argentino ha mostrado su intranquilidad por el escaso desarrollo que han mostrado las últimas generaciones de futbolistas juveniles y por los magros resultados que han obtenido a nivel internacional, por ejemplo, las selecciones Sub 17 y Sub 20 bajo la era de Hugo Tocalli, que poco y nada hicieron en los sudamericanos en los cuales participaron.
Es que su preocupación se basa principalmente en que la paralización reduce las variantes para la Roja. Claro, ya que el equipo campeón de América, en pocos años, según el casildense, se quedaría sin recambio.
NO ES LA FORMA. Ya terminada la primera fase de la Copa Chile y por jugarse esta semana la segunda fecha del Torneo de Nacional, los técnicos, en su mayoría, han sido -según ellos- los principales perjudicados con la normativa, ya que señalan que no es la ideal imponer un jugador a la fuerza, menos un juvenil cuando muchas veces tiene que ir quemando etapas. Sí, no es la forma de poner a un juvenil de manera obligatoria, pues “va en contra del espectáculo y en contra del equipo, porque te hacen jugar por obligación y las obligaciones casi nunca funcionan, entonces vamos a tener que trabajar más con ellos para que se ganen la opción, ya que los tres (Berrios, Tarifeño y Cabrera) tendrán que pelear y ganarse el puesto”, contó el técnico Víctor Hugo Castañeda, que insiste en que la forma que interpuso la ANFP no es la más correcta, principalmente “porque esto es rendimiento, es fútbol de alto nivel ¡es fútbol profesional! y no te pueden poner por una obligación. Creo que eso es desviar un poco la atención a la mala gestión que se hizo en las últimas selecciones Sub 20 y Sub 17, donde no se consiguieron los resultados que se esperaban. Acá hay que asumir y reconocer que se tomaron malas decisiones, ya que se contrató a técnicos que no pudieron hacer un trabajo como todos esperaban. Sin embargo, creo que esta medida es para favorecer a los equipos grandes que tienen más estructura y más cadetes”.
De todas maneras, Castañeda recuerda, con optimismo, que el año pasado, cuando nadie daba un peso por Coquimbo y los jugadores, Diego Carrasco y Franco Seida, dos juveniles, jugaron casi todo el torneo y haciéndolo muy bien.
“En algún momento logramos jugar con varios de ellos, cuando el año pasado jugaban sin que existiera este reglamento. Y creo que pudieron sostenerse en el equipo y de muy buena manera. Ahora, Carrasco nos quedó a fuera por dos meses y Seida por un mes y medio, puesto que uno es de marzo y el otro de mayo, entonces en esta ocasión no lograron cumplir. Pero tenemos alternativas como Berríos, Tarifeño y Cabrera. Ellos ya han tenido la oportunidad de jugar en este torneo y también la tuvieron en el campeonato pasado, pero más que darles la oportunidad, desde mi punto de vista, cada uno se la ha ganado, porque las oportunidades no se dan, se ganan, y alguno creo que lo ha hecho Bien. Atilio (Berríos), por ejemplo, respondió y aunque en los últimos partidos ha tenido situaciones puntuales, como goles que ha errado, ha andado bien y eso es parte del proceso de aprendizaje”.
ADELANTAR PROCESOS. Por su parte, un técnico que sabe de cadetes y formación, es José Sulantay. Alejado del fútbol y dedicado a sus funciones de CORE, el técnico que fuera tercero en Canadá en 2007 y que vio nacer a la mejor generación -como ellos se auto proclamaron antes y después de ganar la Copa América- del país, cuenta que mucho antes, cuando era técnico de la Rojita que también se lució en el Mundial de Holanda en 2005, con el Mati Fernández a la cabeza, habló con los dirigentes de la ANFP y también con los clubes, de la creación de un torneo de suplentes para que así los juveniles que no tenían espacio en el primer equipo, lo tuvieran jugando en este certamen. Pero la idea quedó en nada, ya que nunca se llevó a cabo. Y José lo aclara.
“Cuando estuve dirigiendo las selecciones menores les propuse realizar el campeonato de reservas con puros chicos que habían pasado de los 20 años y que aún no tenían la chance de debutar en Primera, pero los clubes no hicieron caso y los técnicos tampoco, así que no se hizo. Acá tendría que ser todo reglamentado y después hacer el hábito y que sea normal que los chicos no sólo tengan una, sino que varias oportunidades para jugar. La idea es que no se pierdan. Hay que adelantar los procesos”.
Ya con respecto al tema del juvenil en cancha, Sulantay dice que “esta opinión la he entregado en muchas oportunidades y lo ideal sería que no se le obligue a los técnicos a tener que poner a un joven en cancha por reglamento. ¿Pero sabe? Tengo claro que en Chile, si no existe primero una obligación, no se crea el hábito, la necesidad o el riesgo de poner a jóvenes en un partido. Y la cosa no está bien, ya que ahora los jugadores a los 20 años están recién debutando y si uno se recuerda a otros tiempos, antes se estaba debutando con 16 y 17 años. Es una cosa que se perdió y creo que se debe rescatar, aunque sea por la fuerza y después por un reglamento. Pero lo importante es que hay que hacerse el hábito de que los jóvenes tienen que debutar mucho antes”.
En relación a que este medida se basa principalmente por los nefastos resultados que se han visto en los últimos torneo juveniles, Sulantay señaló que “los resultados en las selecciones menores fueron malos, pero es sólo una parte, porque también se debe mejorar el trabajo de las selecciones menores desde la base. Acá se han olvidado que el futbolista fácilmente puede comenzar a jugar a los 18 años, o mucho antes, dependiendo de las condiciones, pero si no juega se les pasarán los años y ya después les cuesta mucho o no juegan más. Encuentro que no es lo lógico la forma que interpuso la ANFP, pero sí es necesario para que los técnicos los hagan jugar y después, claro, el entrenador verá si sirve o no. Pero con el trabajo que he realizado en las divisiones menores me he dado cuenta de que los chicos también tienen virtudes y sólo tenemos que equilibrarnos, puesto que muchas veces con gente mayor y gente joven, se pueden dar muy buenos resultados”.
MESA DE CONSULTA. Para Carlos Soto, timonel del SIFUP, el tema es bastante claro. “No es necesario poner normas, porque si se tiene una política de desarrollo, de buen trabajo en las inferiores de todos los clubes, los jugadores saldrán solos al primer equipo, así que no comparto mucho la normativa que interpuso la ANFP. Pero todo eso lo estamos evaluando con cada uno de los equipos. Es más. Nos dimos como plazo una semana para recibir la respuesta de los 32 clubes con respecto a esta situación y luego la daremos a conocer en un comunicado de prensa. Pero primero hay que invertir en las inferiores y después lo otro”.
FELICES. De todos modos, y pese a que existen algunas diferencias, son los juveniles lo más felices con la decisión de la ANFP. Es que los cientos de jugadores de los 32 equipos del fútbol profesional, que no sobrepasan algunos los 19 años, tendrán en sus pies la “única y gran una oportunidad” que estaban esperando para mostrar sus condiciones.
“Está bien, pero uno igual tiene que ir ganándose la confianza del técnico para que te den los minutos necesarios y aprovecharlos al máximo. Era la oportunidad, obvio, de todas maneras. En mi caso, el profe Musrri me ha dado mucha confianza, he sumado minutos importantes y eso es clave para el rendimiento”, apuntó el delantero Mario Briceño (19) quien tuvo su opción de debutar a los 17 años cuando el técnico de Deportes La Serena era Luis Pérez.
“El torneo pasado también sentía que estaba preparado para estar jugando, pero el profe Horacio (Rivas) no me la dio, porque parece que no confiaba en mí. Mientras que ahora el profe me dio la chance y creo que estoy respondiendo de buena manera y gracias a Dios estoy agarrando experiencia en el fútbol”.
Briceño, que hasta el momento ha sido titular en delantera junto a Salazar y Domeneghini, comenta que “debuté a los 17 años con Luis Pérez ante Deporte Copiapó y la verdad es que el cambio ha sido grande. Hoy tengo otro roce, pues los primeros minutos los jugaba con temor a equivocarme, a que no me retaran mis compañeros. En cambio, ahora todo ha sido diferente y gracias a que mis compañeros me han entregado mucha confianza. De verdad que estoy con muchas ganas y se nota en los entrenamientos de la semana. Uno llega con más decisión”.
Y Briceño, como buen samaritano, espera que el resto de sus compañeros tengan las mismas opciones. “Ojalá que también otros compañeros tengan la oportunidad como me la están dando a mí. Están Matías Farfán, Francisco Araya y Lucas Martínez… Contra Copiapó ingresaron los tres y eso es positivo”.
En tanto, en Coquimbo Unido tienen en la lista -si es que no aparece otro por ahí- a Berríos, Cabrera y Tarifeño. Los tres tendrán que ganarse su opción. Al menos así sentencia Renato Tarifeño. “Es bastante bueno para los jóvenes que muchas veces no tienen la oportunidad de jugar en el primer equipo, porque es complicado llegar arriba, así que es bueno que te estén dando la oportunidad. Ahora no sé si es más confianza a la hora de entrenar, porque igual en cualquier momento te puede llegar la oportunidad, pero lo importante es que tenemos que aprovecharla, aunque sean algunos minutos”, apuntó.
Además, contó que “en Coquimbo estamos con Atilio y Cabrera peleando esa chance que nos entregará el profe, así que hay que ganarse el puesto con mucho trabajo y haciendo bien las cosas. También tenemos claro que será difícil, puesto que se armó un plantel muy bueno para esta temporada, pero confiamos en que tendremos más opciones”, finalizó.
Nacidos el 1 de julio de 1995
••• Esto está impuesto en el artículo 34 de las bases del torneo, el mismo artículo que en su punto dos determina que no pueden ser más de cinco extranjeros en cancha ni siete dentro del plantel. Ahora, se agregó el punto tres que obliga a que un jugador nacido después del 1 de julio de 1995 que esté en cancha la mitad de los minutos disputados por un equipo en el torneo o en la postemporada.
675 minutos obligatorios
••• Considerando que son 15 partidos por club y sólo se consideran 90 minutos por compromiso, deberán completarse 675 minutos durante el Apertura con un juvenil en cancha, excluyendo el tiempo adicional compensatorio. O sea, si un juvenil ingresa en el minuto 90 y juega cinco minutos de descuento, sólo se contabilizará un minuto para el registro total.
90 minutos al registro total
••• Al mismo tiempo, en cada partido sólo se podrán sumar 90 minutos al registro total, por lo que un equipo, aunque ponga cuatro juveniles durante los 90 minutos -las bases obligan a tener siete profesionales-, sólo sumará 90’ y no 360’. Además, si un juvenil juega 45’, es reemplazado y entra otro a los 70’ de partido, se contabilizarán 65’ de juveniles en cancha. Los 45’ del primer juvenil y los 20’ del segundo juvenil. La norma, lo que contabiliza, es el tiempo total que hay al menos un juvenil en cancha
Fuente: diarioeldia.cl