Con sólo dos pequeñas mochilas y dos chaquetas impermeables a cuestas, Martin Hutchinson de 54 años, ex bombero británico, lleva 8 años conociendo cada rincón del mundo en un solo transporte, sus pies.
La decisión la tomó en septiembre del 2006 cuando en este entonces se encontraba en la ciudad de Cancún en México y había decidido conocer Sudamérica. Para ese entonces el dinero escaseaba y había decido llegar hasta Tierra del Fuego a dedo, pero nadie se ofrecía a llevarlo, fue entonces que siguió su camino a pie y hasta ahora no ha parado.
Su rostro y el desgaste de sus zapatos, el trigésimo primer par que ha reparado y reforzado con caucho de neumático, reflejan el andar de esta travesía que lo ha llevado a conocer más de una veintena de países de Latinoamérica con un sólo objetivo: entregar un mensaje para el Medio Ambiente. “He visitado muchas escuelas, liceos e iglesias y he conversado sobre la contaminación y el entorno con muchos niños y adultos”, explica Hutchinson en su español lento y modulado.
Durante su viaje conoció la realidad ambiental de Honduras, El Salvador, Ecuador, Colombia, Venezuela, Guyana Francesa, Brasil,Uruguay, Argentina, Bolivia, Perú y por su puesto Chile, por nombrar sólo algunos destinos, y explica que, “llevo caminando 34 mil kilómetros, he conocido 21 países, siempre caminando, a pie, a ‘pata’, nunca en vehículo” recorriendo diariamente un máximo de “80 kilómetros por día” durante el día y la noche.
El caminante errante, oriundo de Machester, Inglaterra, se financia su propia alimentación y duerme en donde lo pille el cansancio, compañías de bomberos, iglesias, consultorios y hasta en el Ejército. Además, como parte de su experiencia y del mensaje ambientalista que viene a entregar, ha realizado diversas charlas motivacionales sobre las problemáticas actuales de contaminación que afecta al planeta.
“Yo estoy acá con mi experiencia porque es importante que la gente tenga conciencia ahora del daño que producen al Medio Ambiente”, comenta el ex bombero. En sus viajes ha ido recorriendo carreteras, playas, campos y ciudades, y ha corroborado “la cantidad de contaminación que hay en los países, es increíble. En los ríos y en las montañas es impresionante la cantidad de basura que la gente bota sin ningún cuidado y respeto por la naturaleza”, enfatizó.
Realidad local y nacional
Martin Hutchinson confesó que la situación hídrica en esta zona del país llamó profundamente su atención, pero más aún, el poco aprendizaje y la falta de conciencia de sus habitantes por no cuidar el agua. “Lo más impresionante que he visto en esta región es la ciudad de Ovalle, el dique no tiene agua y es sorprendente lo seco que está”, comenta Martin, sin poder creer como se ha debilitado la comuna limarina a través de la escasez hídrica.
Antes de que se concretara esta entrevista, el ex bombero inglés había visitado, después de tres años, la comuna ovallina y según sus recuerdos, la situación en esos años no llegaba a los niveles actuales.
“La gente no ha cambiado nada y es uno de los destinos con la mayor venta de agua, las venden en todos lados y las personas parecen no preocuparse por la sequía que los afecta” sin considerar el daño irreparable que se ocasionan. “Lo más probable es que en un par de años más no haya más agua potable”, pero esta realidad, según nos comenta Hutchinson, no sólo se vive en Chile sino que se replica en otros países. “En algunas partes de Brasil y México no tienen agua y Chile se ha convertido en uno de los países más secos porque ya no llueve ni nieva en las montañas”, apunta. Realidad que también pudo visualizar en la Patagonia de Chile y Argentina, donde el recurso hídrico escasea.
¿Educación o Conciencia?
Durante sus largas horas de caminata, Martin se dio cuenta de cómo la industria y la gente no cooperan con el Medio Ambiente. Parte de las impresiones a la cual no le encuentra explicación, el británico no entiende por qué se utilizan tantas bolsas plásticas considerando que para su realización “se necesita mucho consumo de agua”. Señala que lo más sensato es llevar consigo una bolsa de género, que son más amigables con el entorno, “en Chile conocí un supermercado que en un día utilizan cerca de 10 mil bolsas al día”, la gente entra y sale del local y “no sabe de la cantidad de agua que se gasta en una bolsa. Además llegan a sus casas y las botan a la basura”, enfatizó.
A pocos meses de cumplir 9 años de caminata, el viajero ha decidido detener su travesía, confesando sentirse cansado y que el trabajo que se propuso está logrado con creces. Sin embargo, asegura que la gente aún le falta tomar conciencia de sus actos. Una vez llegando a su país, tomará rumbo a la India para recorrerla en una bicicleta con velero.
Fuente: diarioeldia.cl