Ya el domingo el semblante del alcalde Roberto Jacob se descompuso. Siempre creyó que tras los múltiples llamados a cuidar el recinto deportivo del estadio La Portada, los hinchas se comportarían como ocurrió para Copa América. Luego de finalizados los primeros 45 minutos fue notando que la tarde traería problemas y más de una dificultad.
Luego que el árbitro Roberto Tobar decretara la finalización del primer tiempo, pudo notar en una bandeja del costado norte, correspondiente a la hinchada de Coquimbo Unido, que muchas butacas habían sido destruidas.
Para colmo, el delantero serenense Aníbal Domeneghini había desperdiciado, en ese lapso, un lanzamiento penal que pudo darle a los granates la oportunidades de pasar a comandar el encuentro.
Y por si fuera poco, antes de acceder a la zona vip para tomarse un café calentito, su equipo de asesores le fue informando que la zona baja del estadio, el subterráneo, se había inundado con la lluvia que comenzaba a caer sobre la capital regional.
El segundo tiempo fue un infierno. Un grupo de hinchas aurinegros no hizo caso de dejar de saltar en una pequeña tarima (habilitada para camarógrafos), que no cedió porque Dios es grande, pese a los llamados por alto parlantes para que bajaran de ahí. La lluvia arreciaba con intensidad y Coquimbo había pasado a dominar el compromiso tras los lanzamientos desde la pena máxima de Mario Salgado.
Pese a estar acompañado por varias personas en una de las casetas de zona de medios de comunicación, Jacob no disfrutó. Regresaba a casa malhumorado, sabiendo que el partido clásico tendría todavía un par de nuevos capítulos y porque claramente el equipo que armó Luis Musrri no tiene mucho de donde afirmarse para creer que tendrá una campaña sin pasar las zozobras de los últimos años.
Si bien se sabía de su incomodidad, a los más cercanos les comunicó que tras los destrozos encontrados en esa bandeja del estadio, no encontraba argumentos como para facilitar el estadio a los dirigentes de Coquimbo, que habían solicitado su arriendo para este domingo 19 de julio.
Esperó hasta el lunes. Con un catastro real de la situación, el alcalde serenense se fue en contra de la empresa contratista que levantó el estadio y con la poca acogida que mostró un puñado de hinchas aurinegros de cuidar y proteger el recinto deportivo.
Frente a la empresa COPASA, recalcó que deben ser ellos quienes asuman la responsabilidad del anegamiento del estadio La Portada.
“La recepción que se ha hecho es provisoria y contamos con un año para que sean definitivas”.
Respecto a la inundación de los vestuarios, las áreas mixtas y de conferencia, que canalizaron toda el agua que venía de los pisos superiores, la autoridad comunal explicó que “fue bueno que lloviera ahora, porque nos dimos cuenta, aparte de muchas situaciones que estamos revisando con la empresa, de las filtraciones de baños, vestuarios y zonas mixtas y serán agregados a las observaciones y peticiones de arreglo”.
Acerca de la responsabilidad municipal, comentó que “la obligación nuestra es revisar y por eso retenemos las platas y se pide una boleta de garantía. Uno pudo ver una estructura muy bonita, pero el agua hasta puede pasar por tubos de los cables. La verdad es que hay un sinfín de cosas que revisar, pero aún estamos a tiempo, pues las recepciones definitivas se hacen después de un año y se supone que este estadio se demoró por la norma antisísmica y qué pasa si hay un evento o temblor grande… Eso no lo sabremos hasta que esto suceda. Hay cosas predicibles y otras que no. Con esto no soslayo posibles responsabilidades, quizás las tengamos, pero serán mínimas, esto es de la empresa que se supone tiene experiencia y debe hacer las cosas bien. Por un lado es lamentable y por otra es bueno que haya pasado. En toda obra cuando llueve no se puede saber si hay o no daños”.
Respecto de los daños sufridos en el sector de la galería norte, donde se ubicó un sector de la barra de Coquimbo Unido, comentó que fueron un total de 89 las butacas con daños y que frente a esta situación el recinto deportivo no será facilitado para el clásico entre Coquimbo Unido y La Serena que debía disputarse este domingo.
“Nosotros conversamos con la gente de Coquimbo Unido que esperaban hacer de local acá en el estadio de La Serena, pero todo estaba sujeto a evaluación tras el partido que ya se disputó y es lamentable lo que ocurrió, porque vino gente exclusivamente a destruir. Hoy puedo decir que no podrán ser locales en La Serena”.

LO QUE DICE COPASA. Frente a los dichos del alcalde Jacob, la empresa COPASA entregó una nota aclaratoria de cinco puntos señalando que “han ejecutado las obras ciñéndose al proyecto técnico que le entregó en su día el mandante, es decir la municipalidad de La Serena y que como contrastistas no son responsables del diseño, ni de las especificaciones técnicas de la obra, ya que éstas son de responsabilidad del mandante.
En el punto tres precisan que “las especificaciones técnicas que le fueron entregadas a Copasa no se contemplaba la impermeabilización de las gradas prefabricadas del estadio y que el proyecto tampoco consideraba la impermeabilización de la losa de acceso al edificio Pacífico.
Finalmente, hacen hincapié en que advirtieron en numerosas ocasiones a la Inspección Técnica de la Obra (ITO), sobre la necesidad de impermeabilizar estas zonas al no estar dichos trabajos incluidos en el contrato, haciendo la ITO caso omiso a dichas sugerencias.

••• El director de obras de la municipalidad de la Serena, Patricio Núñez comentó “que hoy Copasa debe hacer un levantamiento con la gente de la Secplac para ver dónde están las fallas puntuales que dieron origen a las filtraciones. A primera vista nos dimos cuenta que es la junta de hidratación que separa los dos edificios el de servicio con el recinto deportivo, ahí se produce toda la filtración y escurrió superficialmente haciendo que sea más impactante la situación sobre las losas”. Recalcó que “la empresa debe responder por esa situación, ya que debe velar porque los sellos estén en las especificaciones técnicas del proyecto IND”. 

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Fuente: diarioeldia.cl