La proliferación de los perros vagos es una problemática latente en la comuna de Coquimbo y en especial en la zona centro de la ciudad puerto. Aquí la convivencia diaria entre los transeúntes y la población canina es compleja, ocasionando ya varios incidentes, tal cual lo denunció la Cámara de Comercio local, desde donde piden acciones al municipio para enfrentar esta situación de forma efectiva.
Al transitar por las calles del puerto se advierte una cantidad considerable de perros en situación de calle, al igual que en la Avenida Costanera, extendiéndose hasta la ciudad de La Serena, donde las denuncias por ataques de caninos también van en franco aumento. Pero claramente el tema debe apuntar hacia la tenencia responsable de las mascotas, que es la génesis del problema.
No obstante, esto no es percibido así por la ciudadanía, tal cual sucede en la zona centro de Coquimbo, donde existe una población de 35 perros en situación de calle.
“Es muy necesario mejorar el aspecto de nuestra ciudad y la parte céntrica, pero la situación de los perros ya es insostenible. Mordeduras a personas, calles con excremento y mal olor, son ya cosas habituales que no pueden continuar y que afectan a la ciudadanía en general. Si bien existe control de parte del municipio falta más, y multar a las personas irresponsables, pero algo se debe hacer al respecto”, consignó Marviola Rivera, presidenta de la Cámara de Comercio de Coquimbo.
Municipio
En la ordenanza municipal de Medio Ambiente de la comuna de Coquimbo, el artículo 35 explica la responsabilidad de la administración comunal ante el problema de los perros vagos . “Los animales en vagancia serán retirados por personal municipal y retenidos en un lugar habilitado para ello, con el fin de su tratamiento, para posteriormente ser devuelto al lugar donde fue hallado”.
Esto claramente no permite el retiro y encierro de los animales callejeros. Al respecto, Roberto Hernández, coordinador del Centro de Protección Canino de Coquimbo, precisó que “a nosotros como municipio, sólo se nos permite contar con un programa de control de natalidad de perros sin dueño aparente y que circulen por la vía pública. Además, podemos retirar a los animales que presenten diversas enfermedades para darles tratamiento. Esto deja en claro que el canil funciona como clínica y no como una perrera; no podemos acopiar animales porque no se nos permite, y todo está dirigido a una tenencia responsable”, enfatizó.
Hernández además detalló que en Coquimbo anualmente se esterilizan entre 1.500 a 1.700 perros para controlar la natalidad, permitiendo en dos años acortar la población nueva de caninos en 25 mil. En tanto, desde el 15 de enero se efectuarán estos procedimientos en 10 puntos de la comuna, lo cual será informado desde el municipio.
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Fuente: diarioeldia.cl