CChC advierte que norma para construir en la zona costera está en el Congreso desde 2009

 
Entre otras cosas, esta normativa obligaría a que los dos primeros pisos de los edificios no se destinen a uso habitacional y que existan estructuras defensivas entre la playa y la línea de construcción

Tras el terremoto y posterior tsunami que afectó a la zona el pasado 16 de septiembre, llega la hora de las evaluaciones, sobre todo en materia de infraestructura. Para el presidente de la Cámara Chilena de la Construcción (CChC) La Serena, Martín Bruna, en Coquimbo y La Serena, sobre todo las construcciones nuevas, resistieron de muy buena manera, generándose un daño bastante acotado considerando que se trató de un terremoto de 8,4 grados Richter.
“A nivel mundial han felicitado a los constructores porque el grado de destrucción es muy menor. Este fue el octavo terremoto en el mundo en intensidad, no es cualquier cosa, estamos muy bien preparados, pueden haber deterioros en la infraestructura pública, pero eso es reparable, y son cosas que en tres o 4 meses más vamos a estar operando”, precisó.
Distinta es la situación en el sector costero, dice, donde la fuerza de las olas destruyó prácticamente todo a su paso en el sector de Baquedano y generó algunos inconvenientes en edificios en playa Changa. “Eso yo diría que fue construido bajo un estándar distinto a lo que estamos construyendo actualmente”, puntualizó.
Consultado por la lluvia de cuestionamientos que se ha generado en los diversos medios respecto a si estos inmuebles deberían o no levantarse en lugares donde hay riesgo de cercanía con el mar, el timonel del gremio constructor sostiene que “las críticas son un poco infundadas, porque la normativa actual de la Ley General de Urbanismo, del Artículo 105 no impide la construcción en el borde costero”. Es decir, más allá de lo que se pueda pensar, de acuerdo a lo que hoy está establecido, estas edificaciones no estarían incurriendo en una falta.
Bruna enfatiza que es por esta razón y para mejorar los estándares de seguridad en esta materia, que el gremio ha estado solicitando a los legisladores desde hace 6 años el que esta ley pueda ser más estricta respecto a cómo y en qué condiciones se debe construir cuando los territorios son cercanos a la costa, pero aún no ha habido una respuesta.
“Actualmente hay un proyecto que está dormido en la Cámara de Diputados desde el año 2009, en el cual se quiere modificar el artículo 105 letra E, que es muy corto y específico, el cual establece, por ejemplo, que los dos primeros pisos de los edificios no sean para uso habitacional, creo que esa es la clave”. Este artículo también especifica que las construcciones hasta el quinto piso tengan un ángulo de 90 grados de exposición al mar y de ahí para arriba se mantenga la construcción normal, que tengan los sistemas de evacuación en forma vertical y que cuente con una franja de seguridad destinada a estructuras defensivas entre la playa y la línea de construcción.
Eso sería, dice Bruna, lo más aceptable, pues se evitarían daños a las personas, primero y también a las infraestructuras, que serían mucho más resistentes. “Es decir, no es que se deba prohibir la construcción en la costa. La normativa es clara y queremos justamente tratar de retomar ese tema, pero lamentablemente siempre se retoma cuando hay crisis. Acá en general somos muy cortoplacistas, después de un año nos olvidamos que hubo un tsunami y vamos construyendo de acuerdo a normativas vigentes, vamos llenando de locales la playa y al final rasgamos vestiduras por lo mismo. Pero en general yo creo que el tema radica en eso, si hay una buena normativa, se pueden evitar estos inconvenientes”, enfatiza.
Cabe destacar que el 2009 se creó una comisión mixta para analizar esta indicación que estaba compuesta por los diputados Mónica Zalaquet, Juan Carlos Latorre y Gonzalo Uriarte, pero con el correr del tiempo no se registraron resultados y hoy, como ya no están en ejercicio, han debido ser cambiados. El 8 de enero de 2015 se nombró a los diputados Claudia Nogueira, Maya Fernández y Jaime Pilowsky.
“Nosotros vamos a insistir como Cámara y también como comité de infraestructura a nivel local para pedir a nivel central que se retome esta discusión, porque esto si bien es cierto no impide la construcción y la verdad que lo valoramos, también es importante dar los resguardos a la población”, puntualizó Bruna.

EL ESTADO ACTUAL. En cuanto al caso de los edificios en Playa Changa, sostuvo que “hay un edificio que está en toda la esquina de Avenida Costanera. Si uno lo ve justamente cumple la normativa, ellos prácticamente dejaron a nivel de cota cero todo lo que es estacionamiento de vehículos y de ahí hacia arriba, a partir del segundo piso están construyendo y no les pasó absolutamente nada. Hay un daño normal, porque la naturaleza toma sus espacios, pero en general no hubo daño para la construcción, no así como ocurrió en el edificio que está al lado, que los dos primeros pisos fueron dañados. Ahí tenemos que hacer conciencia entre los desarrolladores inmobiliarios y que se deben preferir tal vez edificios con mayor seguridad”, puntualizó.
Respecto a si la reconstrucción que deberá hacerse en Avenida Costanera debería ahora sí considerar un sistema de defensa como un rompeolas, el presidente de la CChC La Serena indica que “hay que tomar las providencias del caso, creo que es recomendable trabajar en conjunto con las autoridades, en este caso ya se a nivel central del gobierno y se deben hacer realizar los estudios respectivos, ya sea para protecciones de rompeolas, dejando los espacios necesarios para que entre la edificación y el borde costero haya mitigación para bajar las velocidades. La verdad es que no vamos a poder impedir que estos tsunamis ocurran y las ocurrencias son cada vez más seguidas, en general tenemos que adaptarnos, porque Chile es un país sísmico y con tsunami, esa es una realidad que está cada vez más presente”, precisa.
“Creo que sí, aparte de que se restituya se tiene que desarrollar algún muro de contención con un cálculo estructural acorde a esa velocidad. Pero honestamente la velocidad que el mar toma es muy grande, cualquier construcción que usted haga de protección va a mitigar, pero nada más. En general yo creo que hay que hacer una buena planificación, las ciudades bien planificadas y determinando las zonas en las que va a llegar el tsunami, ahí ojalá hay que buscar la forma de crear medidas de mitigación y ojalá no construir en un borde de 200 metros aproximadamente”, precisa.
Para Martín Bruna, uno de los ejemplos más representativos de que se debe endurecer la norma es lo que ocurrió en Baquedano. “La mayor cantidad de construcciones ahí son talleres y una parte más industrial en que prácticamente se fue construyendo a medida que las necesidades fueron requiriendo para el apoyo de la pesquería y de la parte del puerto. O sea, las normas de construcción ahí no fueron muy bien respetadas”.
En el caso de los restaurantes que están en el sector poniente, agrega que “tenemos que ser muy cuidadosos con eso y ojalá que las autoridades lo analicen. A todos nos gusta almorzar ahí mirando la playa con un buen pescado, pero también hay que ser precavidos. Se puede hacer un desarrollo en el borde costero, pero con precaución. Yo creo que los restaurantes que están en el borde oriente están en una zona más segura, pero si tienen buenas protecciones perimetrales en la construcción puede que se puedan establecer como están hasta ahora, pero la verdad hay un riesgo implícito”, concluyó. 
 

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Fuente: diarioeldia.cl