Chile confirmó esta madrugada en el Estadio Nacional de Lima, que mantiene en alto el nivel que lo llevó a conquistar la Copa América con un categórico triunfo 4-3 sobre la selección local, en encuentro correspondiente a la segunda fecha de las eliminatorias sudamericanas al Mundial de Rusia 2018.
Fiel al estilo patentado hace tres mundiales con Marcelo Bielsa, el equipo que ahora administra Jorge Sampaoli mostró su contundencia y actitud ganadora para dejar fuera de camino a un seleccionado que lo puso en apremios en la primera fracción y que fue presa de sus propios errores.
Tal como aconteció hace tres meses en la semifinal de la Copa América, los del Rímac, entendiendo que esto tiene más carácter patriótico que un simple juego de fútbol, destrozaron sus ilusiones con la expulsión del volante Christian Cueva cuando recién se cumplía la primera mitad de los 45’ iniciales. La torpeza le costó caro a los hombres de Ricardo Gareca. Posibilitó que el campeón de América se levantara y sentara las bases de un equipo que sabe lo que quiere mostrando su idea ganadora.
El pelotazo de Cueva a Valdivia, sorprendido por el juez Pitana cuando se jugaban los 23’, bajó lo ánimos en el local que había logrado la paridad a los 10’ en los pies de Farfán, tras la apertura del marcador de Alexis Sánchez a los 7’.
Chile no se sentía cómodo. Perú presionaba sobre la salida nacional y recuperaba rápidamente el balón. Con uno menos y todavía con el recuerdo del error de Cueva, llegó el discutible penal por falta de González a Zambrano y el 2-1 a los 35’, desató la locura en los forofos locales.
Perú comenzó a descorchar el champagne. Se sintió ganador, buscó afianzarse en campo propio, aunque no contaba con Alexis Sánchez y Eduardo Vargas. Entre los dos construyeron, en cosa de minutos, el empate del Edu y luego el 3-2 nuevamente en los pies del “Niño Maravilla”, cuando caía la primera fracción.
La letalidad de los hombres de ataque de Sampaoli, hizo que el Nacional se licenciara. Más cuando Vargas, en rápida contra junto a Sánchez, a los 48’, anotara el cuarto y el fin de la lucha.
Lo que vino después no fue bueno o resultó demasiado cómodo. Chile manejó el partido, administró equívocamente el ritmo del juego esperando que este terminara, aunque Guerrero tenía reservado un nuevo descuento en la agonía, cuando ya estaba todo resuelto
Fuente: diarioeldia.cl