Los propietarios de pubs, restaurantes y cafeterías de la Avenida del Mar en La Serena, han reclamado abandono por parte principalmente de las autoridades y señalan que las pérdidas que sufrieron producto del tsunami y terremoto son cuantiosas.
Ayer se reunieron con el concejal, Jorge Hurtado, quien lo hizo a petición y en representación del alcalde de La Serena, Roberto Jacob, oportunidad en que los locatarios le informaron no sólo de las pérdidas por los efectos de la naturaleza, sino que también por una serie de robos que han debido enfrentar en los últimos días y reclamaron mayor seguridad.
Le indicaron que el estado de excepción se estaba aplicando desde Peñuelas hacia el sur, donde han tomado el control los militares, pero que en la Avenida del Mar ha escaseado la seguridad.
Mencionaron que en la reunión de ayer, con el concejal Jorge Hurtado, es la primera presencia de una autoridad y que ni siquiera se les ha informado cómo tienen que canalizar los trámites que les permitan optar a recuperar sus negocios, varios de los cuales terminaron destruidos.
La representante de la Asociación de Concesionarios de la Avenida del Mar, María Antonieta Zúñiga, recordó que además de haber sufrido los embates de las marejadas el ocho de agosto, el 16 de septiembre nuevamente se ven afectados por los efectos de la naturaleza, esta vez un terremoto y un tsunami, donde “varios de los locatarios tuvieron daños totales o parciales de sus locales”.
Mencionó que existía toda la voluntad de volver a levantarse para seguir ofreciendo los servicios turísticos, pero esperaban “contar con el apoyo de las autoridades y de quienes corresponda para volver a construir, cumpliendo con todo lo que exige la ley”.
Dijo que los afectados de la Avenida del Mar entendían que había prioridades que atender por parte de los municipios, “pero han transcurrido varios días y no han tenido el apoyo que esperaban en cuanto a la orientación para saber a quién recurrir, a quién solicitar las ayudas que corresponden, con quiénes reunirse y eso es lo que principalmente esperan, porque además de sufrir daños los locales también han recibido saqueos y no ha concurrido personal de seguridad a este sector”, señaló María Antonieta Zúñiga.
La representante de estos empresarios dijo que estaban pidiendo era la voluntad de las autoridades para poder acelerar todos los procesos que tengan relación para poder volver a levantar los locales y seguir ofreciendo los servicios que siempre han estado ofreciendo en esta avenida”.
INCERTIDUMBRE
De acuerdo a lo planteado por los inversionistas, en un principio existía la incertidumbre sobre los permisos para continuar haciendo uso del borde costero, pero concurrió personal de la Subsecretaría de Fuerzas Armadas, con su área de asuntos marítimos y fueron bastante claros en sostener que contaran con el apoyo para regularizar todas las renovaciones que correspondiera y que toda la documentación pertinente se agilizaría. “Lo que se espera ahora, es tener esa misma voluntad en cuanto a la regularización de las construcciones que se van a realizar para seguir cumpliendo con la ordenanza municipal y con todo lo que las autoridades exijan”, dijo María Zúñiga.
Por su parte, el concejal, Jorge Hurtado, quien se reunió con los empresarios a nombre del alcalde, dijo que estaban trabajando para poder prestar la colaboración necesaria, ya que antes el municipio tuvo prioridades.
Dijo que había un desastre no solo desde el punto de vista físico, sino también todas las consecuencias en el circuito económico.
Hurtado dijo que “hemos empezado ya a tomar decisiones desde el punto de vista de la seguridad y a trabajar una estrategia comunicacional para enfrentar la temporada estival”.
También dijo que había que explorar a través de los organismos públicos, a través de la Subsecretaría de Desarrollo Regional, recursos frescos para revitalizar este alicaído emprendimiento.
Uno de los inversionistas afectados es Boris Bakulic. Desde el mismo día del terremoto pensó que habría un desastre, ya que recuerda que ese 16 de septiembre, luego de sentirse el fuerte sismo, pudo ver cómo se recogió el mar, calcula que unos mil metros hacia adentro. “En ese momento salimos de aquí, arrancamos, rato después se salió el mar y dejó todo destruido”, rememora.
Señala que perdió la parte estructural armada en 25 años de trabajo en el lugar, también elementos de trabajo como maquinarias, los equipos computacionales, refrigeradores e incluso la instalación eléctrica, que es de alto costo para ese tipo de restaurantes. Además, “tuvimos una pérdida grande de mercadería, porque nos pilló en vísperas de Fiestas Patrias y nos veníamos preparando con un mes de anticipación, porque no se puede estar una semana antes de que lleguen las fiestas para estar comprando las cosas. Una o dos semanas antes de las fiestas no viene público, es muy poco, pero cuando vienen las fiestas son más de 200 personas que se atienen en el día, entonces hay que estar preparados y esa pérdida fue la mayor”, señala Boris Bakulic.
Cuenta que a todo lo anterior se debe contar las personas que quedan cesantes. Sólo en su local eran 30 personas las que trabajaban y “hay locales que tienen más persona que yo”, señala.
Fuente: diarioeldia.cl