La muerte en el Hospital Militar del ex jefe de la Dirección de Inteligencia del Ejército (DINE), general (r) Hernán Ramírez Rurange, no pasó desapercibida en la Región de Coquimbo. El retirado militar había sido intendente militar a mediado de la década de los ´80 y había llegado precedido por la fuerte personalidad y cercanía con el General Augusto Pinochet Ugarte, de quien había sido su edecán personal.
Ramírez Rurange,atentó contra su vida a días de haber sido condenado a 20 años de presidio por la muerte del químico de la DINA Eugenio Berríos.
La Segunda Sala de la Corte Suprema había confirmado la sentencia dictada por la Corte de Apelaciones de Santiago contra 14 personas por los delitos de secuestro, homicidio y asociación ilícita en el caso de la muerte de Eugenio Berríos.
Para Ramírez Rurange, el tribunal confirmó la pena de 10 años y un día de presidio por su responsabilidad como autor de los delitos de secuestro y otros 10 años y un día por asociación ilícita, mientras que fue absuelto por obstrucción a la justicia. Debía presentarse en el penal Punta Peuco para cumplir la condena.
SIN RODEOS
En junio de 1986 el entonces intendente de la Región de Coquimbo Hernán Ramírez Rurange concedió a El Día una extensa entrevista donde hizo frente a todos los temas, incluído el papel de la CNI y el futuro del General Augusto Pinochet Ugarte.
Se caracterizaba por afrontar todos los temas, aunque fuesen complejos o polémicos para el momento que vivía el país. Mirada a la distancia, la entrevista la concedió en lo que el partido comunista había definido el año decisivo. A tres meses del atentado a Augusto Pinochet Ugarte.
Cuando se le preguntó si existía una directa relación entre la existencia del terrorismo con organismo de seguridad, el entonces Coronel Ramirez fue tajante. “Sí y no. Aunque son cosas distintas. La CNI es una institución que debe proporcionar información estratégica a la conducción de la nación. No solamente la CNI se dedica al combate del terrorismo. También abarca otros campos de información de análisis, que no tienen nada que ver con el terrorismo. Igual que los servicios de seguridad de las Fuerzas Armadas, existen y están presente en la región, pero no tiene nada que meterse Inteligencia Militar en el campo del terrorismo. Tienen otras funciones de seguridad”.
Incluso, no evitó la pregunta de la existencia de una imagen de la CNI asociada a la tortura y flagelaciones.
Puntualizó que esa postura, “Yo diría que es interesada. Nunca sale en ningún medio de comunicación y tampoco lo dice la oposición cuando se desactiva una bomba. Y esa es otra de las funciones de la CNI. El de ellos es un trabajo anónimo que puede ser ingrato, pero también son seres humanos. Pero los chilenos tenemos mala memoria, yo diría que en este período hay menos problemas que cuando se consolidó la constitución de 1925. Antes también se le echaba la culpa a los “guatones” de la PP. Esos tomaban preso y flagelaban. Eran gente especializada de la policía, pero formaban parte de investigaciones. La CNI se creó con el objeto, entre otras cosa, de evitar y desactivar todo el daño que puede hacer el terrorismo, aportar información estratégicas para resoluciones de gobierno. Porque los servicios de seguridad o inteligencia cumplen otras funciones, se seguridad nacional”.
Frente a lo que ocurría después de 1989, el coronel Ramirez respondió lacónicamente.
“Lo que está previsto en la Constitución…”
¿Y qué está previsto en la Constitución?
“Es cuestión de leerla…la Constitución establece claramente que la Junta de Comandantes en Jefes va a proponer un candidato que se va a plebiscitar. Lo que pasa es que todas estas dudas provocan la atención…”.
Insistió que el General Pinochet había sido claro en sostener que se cumnplirían los plazos que están establecidos en la Constitución, “porque así lo indicó la ciudadanía en 1980 con el 67 por ciento de la mayoría. Un país no necesita plebiscito día por medio, algo que ya está plebiscitado. Es igual que el matrimonio, le va a preguntar a la señora,”oye, ¿vamos a seguir casado? Es tácito. Se casan y ahí sigue”.
A dos años del plebiscito del Si y el No, el coronel Ramírez evitó responder si el general Pinochet se presentaría a una elección. “Yo no sé lo que piense mi general, sería adelantar un juicio de una cuestión totalmente privada. Pero téngalo por seguro que lo que decida va a ser lo mejor para el país. En lo que sí le doy plena seguridad es que en los plazos y modificaciones y lo que pueda pensar está inserto en la Constitución. En el gobierno no hay sectarismos. No ha elegido el gobierno militar un partido, no ha creado un partido de gobierno, pese a que hay muchas opiniones de que es bueno. Nosotros somos uniformados y somos militares…”.
NUEVA DESTINACIÓN
En noviembre de 1986 el coronel Ramírez Rurange fue designado como agregador militar en la embajada de Uruguay. Las funciones las comenzó a concretar en enero de 1987 y debió dejar el cargo de intendente regional.
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Fuente: diarioeldia.cl