A casi una semana del terremoto 8.4 que afectó a la mayor parte de la Región de Coquimbo, en Choapa sus habitantes intentan retomar la normalidad de sus vidas. Sin embargo, están lejos de superarlo. Las intensas replicas que han seguido tras el fuerte movimiento telúrico tienen en estado de alerta a los pobladores de las comunas más dañadas.
Diario El Día recorrió las principales comunas afectadas de Choapa y pudo evidenciar las consecuencias del terremoto y advertir lo que han admitido autoridades de Canela y Salamanca, respecto a que fue un terremoto ‘mentiroso’. Esto porque al recorrer el centro urbano de ambas ciudades no se advierte un gran daño exterior de sus viviendas, pero la realidad es completamente distinta al ingresar.
Son las 14: 20 horas en el valle de Chalinga, comuna de Salamanca y gran parte de sus vecinos están afueras de sus casas. Confiesan que están ‘aterrorizados’ por las réplicas y el temor que se pueda presentarse un temblor mucho mayor.
En una de las radios de la comuna el alcalde, Gerardo Rojas, llama a la calma y contesta las inquietudes de los pobladores respecto a la posibilidad de suspender las clases por más tiempo.
En el centro de la comuna se respira un silencio y sus habitantes se reúnen en la plaza de armas que se ubica frente al edificio municipal que estuvo cerrado todo el día por precaución. Había temor por el destino de la infraestructura que gran parte es de vidrio.
En el centro se advierte el daño en antiguas casas de adobes cuyos restos ya fueron retirados y están con señaléticas por el peligro que representan.
CENTRO EN RUINAS
En el trayecto a Illapel escuchamos al diputado Luis Lemus que junto al consejero regional Agapito Santander, son entrevistados en una radio en una población del sector alto de la comuna, que habían presentado un daño evidente.
En el centro de esta ciudad se puede advertir los mayores daños del terremoto, sobre todo en calle Constitución. De hecho un tramo de esta arteria fue cortado por el trabajo que aún efectúa bomberos y el municipio para tratar de retirar los escombros. De la misma forma en el frontis de una de las viviendas se había levantado una animita como señal de recogimiento por la muerte de la joven Lisette Araya, quien perdió la vida por el daño que le provocó la caída de una cornisa.
El ex alcalde y hoy parlamentario, Luis Lemus aseguraba a los auditores que el mayor daño se había generado en viviendas de adobe, pero que estaban revestidas con cemento. En los habitantes de Illapel retornó el fantasma del terremoto de principios de la década del ’70 cuando el centro de la comuna fue seriamente dañado.
En las rutas de acceso a Salamanca, Canela y la Ruta Cinco, las principales complicaciones se advierten en zonas de curvas por los rodados. En la mayoría de estas zonas existe maquinaria trabajando e igualmente está instalado el temor de las réplicas. Incluso, el puente el Teniente está completamente expedido luego de una reparación que se le efectuó tras sufrir un agrietamente la noche del terremoto que llevó a paralizar el tránsito por las algunas horas por precaución.
Cuando regresamos a Canela Baja pasada las 18:00 horas en la radio se escuchaba la entrevista en vivo a la senadora Adriana Muñoz y al ex alcalde Norman Araya, quienes hacían un balance de las medidas adoptadas por la Presidenta Michelle Bachelet. De la misma forma la legisladora destacaba la importancia de realizar, sobre todo en Canela, un prolijo catastro del daño de las viviendas, que se concentraban principalmente en el interior de los inmuebles.
A esta hora personal del Ejército y autoridades regionales sobrevuelan estas mismas comunas como una formarse una idea del avance de las labores post emergencia y las zonas que aún presentan dificultades.
El centro urbano de Illapel fue el más dañado y se nota a una semana del terremoto.
Fuente: diarioeldia.cl