JAIME BRAVO: “LO QUE DIOS QUIERA”

 
Ante el supuesto interés de Colo Colo de tenerlo en sus filas, el meta de Coquimbo Unido, dice que todo está en manos de su representante.

No fue un partido cualquiera. Ni para los hinchas, que hace mucho tiempo no veían a Colo Colo jugando frente a Coquimbo Unido. Ni tampoco para el portero Jaime Bravo. Porque desde el momento en que Paulo Garcés se lesionó en el conjunto albo -tiene para seis meses-, el nombre del arquero pirata ha sonado para reemplazarlo y luchar un puesto con el paraguayo Justo Villar, que justamente ayer no jugó por sufrir una lesión. 

Obvio, las miradas en todo momento estaban puestas en Bravo, pero también en el nóvel portero albo, Álvaro Salazar, que en la previa señalaba que luchará con todo para quedarse en Colo Colo como una real alternativa y para que el “Coto” José Luis Sierra no mire para otro lado.

Y pese al empate por la cuenta mínima, lo cierto es que “Sam” tuvo una tarde tranquila. No tuvo mayores complicaciones y tampoco estaba preocupado por mostrarse, puesto que el “Coto” lo conoce de cuando ambos eran compañeros en la Unión Española y lograron el título enfrentando precisamente a Coquimbo Unido, hace ya varios años. Aún así, fue un partido diferente. Extraño dirían algunos. Porque el interés por parte de Colo Colo existe y Bravo lo sabe. Y lo asume, aunque también ha señalado en reiteradas ocasiones que todo está en manos de su representante, Sergio Morales.

“No me he querido meter en nada y tampoco me quiero hacer ilusiones, pero siempre es importante ir a un equipo grande. Uno siempre trabaja y lucha para llegar algún  día a un equipo grande, pero ahora soy de Coquimbo Unido, me mato en cada entrenamiento y defiendo la camiseta desde que estoy acá. Sin embargo, tengo una cláusula de salida, pero insisto, tampoco me he querido meter, puesto que mi representante está trabajando en eso. Y no sé que irá a pasar, pero que sea lo que Dios quiera”, respondió ante la consulta, porque ya en Santiago su llegada es casi inminente, pese a que también suenan Raúl Olivares y Francisco Prieto, amén de la posibilidad real de darle chance a  Salazar, que ayer hizo un correcto partido y evitó, en un mano a mano, el inminente segundo tanto de Renato Tarifeño para el conjunto aurinegro.

Bravo, que se retiró del recinto serenense “contento por el esfuerzo de mis compañeros y por lo que pusieron en la cancha”, señaló, además, que “si mi nombre suena es porque estoy haciendo las cosas bien y eso me tiene muy contento, pues que se fije un equipo grande en uno es lindo. De todas maneras sé que hay que seguir trabajando, a seguir luchando como siempre y sí se da la opción, bienvenido sea”.

Quien de todas maneras le bajó el perfil al tema y no quiso ahondar mucho, fue el propio técnico albo, quien ante la pregunta de que sí Jaime Bravo era el indicado para reemplazar a Paulo Garcés, contó que “hay varias opciones, no se si Bravo está dentro, pero sí sé que concretaremos alguna”.

 

EL MARTES.  En lo que respecta al fútbol, al final todo se definirá el próximo martes en el estadio Monumental. Porque ayer ambos equipos no se hicieron daño y en un partido entretenido, principalmente en la segunda parte, lograron terminar los noventa minutos con el marcador empatado por la cuenta mínima. No obstante, el público que llegó a presenciar el partido y que en su mayoría fue visitante, se fue conforme, aunque en más de una oportunidad lamentó los fallidos cobros arbitrales.

Lo cierto es que el plantel de Víctor Castañeda mejoró mucho en relación a lo que venía mostrando en el torneo nacional, donde aún no consigue sumar un triunfo. Es cierto, ante Colo Colo tampoco lo consiguió, pero subió su rendimiento y, como señalaron sus propios jugadores al final del pleito, “pudimos habernos quedado con la victoria, ya que tuvimos chances. Quedó la sensación de que el partido lo pudimos haber ganado, pero hay que dar vuelta la página, la llave quedó abierta y ojalá que podamos salir adelante”, señaló el meta porteño.

Al final, los dirigidos de José Luis Sierra no pudieron marcar diferencias -y tampoco tuvieron la claridad para encontrar el desnivel-, ya que Coquimbo jamás bajó los brazos y opuso una férrea resistencia durante los noventa minutos, lo que dejó muy conforme al hincha porteño, que hace ratito estaba esperando un partido en que sus jugadores dejaran todo en la cancha. Y tanto fue el encomiable esfuerzo, que varios quedaron resentidos y pidiendo cambio, tema que de todas maneras tendrá que evaluar el cuerpo técnico durante los próximos días para llegar en plenitud al duelo con San Felipe el sábado en La Pampilla. 

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Fuente: diarioeldia.cl