En entrevista con Ernesto Jorquera, director regional del Servicio de Salud Coquimbo, se refirió al paro del Hospital San Juan de Dios de La Serena y a la renuncia de 69 médicos, indicando que es compleja la situación que están enfrentando.
Y aunque se mostró confiado en que el problema se solucionará, admitió que les duele no poder atender a decenas de pacientes que requieren tratamiento, pero dijo que entendía la molestia de los funcionarios y de los médicos.
Mencionó que para zanjar el tema y retornar a la normalidad tenían que dar señales concretas de que sí van a reponer este proyecto del CDT.
¿Cómo ven la paralización del hospital y la renuncia de los médicos?
“Muy triste, muy compleja la situación que estamos viviendo, más allá de los argumentos que se pueden entender, de que deben haber los compromisos necesarios para trabajar en mejores condiciones, en ese sentido el Centro de Diagnóstico y Tratamiento es muy, muy necesario y para eso el Gobierno, tanto en su conjunto, tanto regional como central, más el Consejo Regional, están haciendo sus esfuerzos como para que esto sea viable a partir de este año, pero nos duele igual que no podamos atender a las personas sobre todo en la atención electiva y tratamientos que requieren que el hospital esté funcionando con normalidad, porque los aspectos asociados a los pacientes más críticos, las urgencias, los elementos de gravedad, están siendo atendidos y no están en riesgo vital las personas que se atienden en el Hospital de La Serena y, evidentemente, cuando hay casos que se complican más y no tenemos capacidad de soporte se activa la red que está establecida para estos casos, como el hospital de Coquimbo, el de Ovalle, para dar soporte. Pero si es necesario también la red hacia el sur, es decir, la Quinta Región con los hospitales Van Buren y Gustavo Fricke y los distintos centros derivadores de Santiago, dependiendo de las materias que se estén tratando. Esperamos volver lo más pronto a la normalidad completa, porque la ciudadanía requiere ser atendida”
¿Usted cree que es una exageración la renuncia de los médicos?
“Yo no quisiera emitir juicios con respecto a aquello, porque comprendo la molestia que generó el enterarse que este proyecto no iba a poder ser licitado este año y tampoco el 2016, entonces es entendible la molestia de los médicos como del resto de los trabajadores. No me gustan las consecuencias y que las paguen los usuarios, pero se entiende la molestia, porque hay efectivamente un clamor de cambiar las condiciones de trabajo del hospital, que dicho sea de paso, el Centro de Diagnóstico, sólo da respuesta a lo que es la atención abierta o ambulatoria. Es decir, las consultas y los tratamientos donde las personas no terminan con hospitalización, es una línea de trabajo., que es estrictamente necesario y esencial poder terminar esta fase para poder seguir con la normalización del conjunto del hospital, la hospitalización y toda la línea de urgencia y cuando uno mira que se retrasa esto, por lo tanto, se retrasa todo el proyecto es entendible la desazón”.
¿Cuál es la situación más crítica que se vive con este paro?
“Hay dos diría yo. Nosotros atendemos en promedio unos mil pacientes diarios que van a consultas de especialidades, por lo tanto, si ya teníamos listas de espera asociadas a cada una de las especialidades, esto ahonda el problema, por lo que después vamos a tener que hacer muchos esfuerzos para reponer aquello. Y lo otro, que tiene que ver con el área quirúrgica que se han suspendido las intervenciones electivas, no de urgencia, por lo tanto, tendremos que volver a reagendar pacientes y se sobrecarga después el trabajo. Esos yo diría que son los aspectos más delicados”.
¿Y cómo están pensando enfrentar el problema a futuro, para que no se presenten estas situaciones?
“Lo esencial en esto, para que no se presente a futuro es, primero, que ciertas cosas empiecen a ocurrir. Por ejemplo, que en este caso el Hospital de La Serena empiece con su proyecto, la gente soporta mejor la carga o las malas condiciones de trabajo cuando ve esperanza de que esto va a cambiar algún día, aunque sea en el largo plazo, pero ve la esperanza de que se está cambiando. Lo importante para que esto no vuelva a ocurrir en relación a estas materias, es tener una continuidad de trabajo hasta que tengamos el hospital normalizado. Lo mismo ocurre para el hospital de Coquimbo, para el hospital de Illapel. El hospital que en este minuto va en vías de normalización es el de Ovalle y, por lo tanto, esa es una línea que ya estamos empezando a cumplir, pero tenemos que estar en la misma situación en los tres hospitales que le mencioné”.
¿Cree que a esta situación podrían haberle hecho frente sin paralización de los funcionarios, que no era necesaria?
“Es lo que a mí me hubiese gustado, pero yo no estoy en la situación en que están los trabajadores y mi labor es siempre incentivarlos a que sigamos trabajando normalmente, esto yo sé que va a cambiar, pero ellos legítimamente entienden que movilizándose también se pueden conseguir este tipo de cosas y yo creo que podríamos habernos movilizado de otra manera, pero eso ya es suerte echada, no vale la pena lamentarse de ese tipo de cosas y ojalá que pronto podamos reponer funciones”.
¿Mantiene conversaciones con los médicos?
“He conversado con todos los estamentos y todos quieren volver a trabajar y están esperanzados en que destrabemos los temas que garanticen el financiamiento de este proyecto”.
¿Pero se ha conversado con los médicos para que depongan su renuncia?
“Sí, hay voluntad de eso, pero también quieren ver, al igual que el resto de los trabajadores, señales concretas de que sí vamos a reponer este proyecto”.
Pero no es lo mismo que pare un trabajador del hospital a que pare un médico.
“Sí, pero ellos están disponibles, aunque quieren ver eso antes, que es lo que le digo yo”.
Fuente: diarioeldia.cl