Letreros caídos siguen siendo el rastro del temporal

 
A pesar que el temporal ocurrió hace poco más de un mes, aún hay vestigios de estructuras que se vinieron al suelo producto del viento. En algunos casos es evidente que su construcción era débil y al menor suceso se desplomarían.

A un poco más de un mes de que un frente de mal tiempo trajera lluvias, marejadas y temporal, las consecuencias de lo ocurrido aún están a la vista, no solamente en el litoral con los daños en las playas, sino que en distintos puntos de la ciudad, donde el viento dio cuenta de señaléticas y principalmente de letreros de publicitarios.

Si bien el viento que alcanzó sobre los 100 kilómetros por hora en algunos momentos dejó daños visibles con decenas de árboles en el suelo también, lo que obligó a cerrar los principales parques de la ciudad, lo que descolocó a muchos, fue la gran cantidad de letreros publicitarios que se vinieron al suelo, lo que también dejaría en evidencia que la solidez que se les exige para ser instalados quedó en duda.

En el municipio señalan que  se solicitó que todos estos daños fueran rápidamente mejorados por los propietarios de los letreros. Sin embargo, a pesar de eso, aún hay lugares donde estas estructuras siguen en el suelo e incluso algunas provocando cierto riesgo para las personas.

La norma que rige estas instalaciones no es única y en la práctica existe un desorden que también complica su fiscalización, ya que la regulación de letreros y carteles está dispersa en seis cuerpos legales, entre ellos la Ley Orgánica del Ministerio de Obras Públicas, la Ley de Caminos, la Ley Orgánica de Municipalidades y la Ley del Tránsito.

De todas formas, en estos cuerpos legales se contempla que los carteles o letreros deben ser instalados de tal forma que no signifiquen un riesgo para las personas, viniéndose abajo por razones climáticas por ejemplo, como ocurrió con el temporal que pasó por la zona el fin de semana del 8 y 9 de agosto.

Es decir, deben tener buenos soportes, cimientos adecuados y diseños realizados por profesionales. Tras los fuertes vientos en el municipio reconocen que se pidió despejar y retirar rápidamente los restos, pero no se ha hecho hincapié en controlar si todos los letreros caídos cumplían con las normas para ser instalados, ya que los vientos habrían sobrepasado las condiciones normales del clima de la ciudad.

De todas formas, en el Parlamento sí vienen preocupados hace algún tiempo de los problemas que producen estos letreros frente a estas eventualidades y frente al desorden legal que los rige. Por esta razón a comienzos de mayo del presente año la Comisión de Obras Públicas del Senado analizó una nueva normativa de letreros camineros y en calles urbanas, con el objeto de poner freno al desorden que existe con los carteles publicitarios.

El presidente de dicha comisión, Juan Antonio Coloma, quien señaló que busca la ley es una norma que dé, sobre todo, seguridad y se armonicen los derechos de la libertad de emprender con los de la ciudadanía de desplazarse con tranquilidad.

Precisó que en la actualidad la norma “como la regulación está diseminada, es muy engorroso fiscalizar”.

El proyecto plantea en una de sus partes la prohibición de instalar letreros en fajas viales en zonas urbanas y rurales, a distancias inferiores a 500 metros.

En cuanto a las sanciones,  deja a cargo del juzgado de policía local, con multas que oscilarán entre las 10 y 100 UTM y en los 10 kilómetros circundantes a las áreas metropolitanas, la infracción será de 50 a 500 UTM.

Otro punto que se relaciona con las polémicas pantallas LED, que si bien no busca prohibirlas, apunta a normar que, para instalarlas, deban contar con un estudio técnico elaborado por un ingeniero de transportes o prevención de riesgos, para descartar que sea elemento distractivo para los conductores.

Lo que sí prohíbe es la instalación de carteles que estén a contramano, es decir, en sentido contrario a la circulación.

También contempla la preservación del ambiente y la seguridad vial y peatonal al momento de instalar una de estas estructuras, aunque las estadísticas indican que son escasos los casos en que la caída de uno de estos aparatos  haya perjudicado a personas, pero casos existen.

Lo que es claro, especialmente en La Serena es que aún existen grandes estructuras que se vinieron abajo con el temporal y no han sido retiradas o reinstaladas adecuadamente.

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Fuente: diarioeldia.cl