No todo campeonato tiene el mismo peso. Pero siempre es importante para el deportista colgarse una presea y, principalmente, subir al podio y hacerlo cuanto más alto mejor. Pero hay torneos con una proyección directa en tono olímpico. Esos tienen un aura especial. Y en marzo, la expedición nacional de halterofilia -aún no está definido el equipo- buscará el espacio de Chile en los Juegos de Río 2016. El tiempo pasa volando, ya se sabe, y la cita es clasificatoria para los honores olímpicos. Por eso María Fernanda quiere brillar. Quiere hacerlo bien para estar en sus segundos Juegos Olímpicos. Porque Río es un sueño. Y aunque conseguir los boletos es complejo, Valdés es una plaza fija.
Y con una mirada brillante, firme y clara en su discurso, con la cercanía de siempre aguarda su debut. Es que la presea de plata en los Panamericanos de Toronto le cambió el chips. Porque hoy ya no piensa en el retiro, como sí lo hizo hace un par de meses, antes de viajar a Brasil junto a su técnico -el cubano Luis López- para preparar el torneo. Hoy, María Fernanda piensa en todo: en Río, en el Mundial adulto de los Estados Unidos –en noviembre-, en los juegos nacionales que se realizarán en el país, en sus vacaciones, en cómo estar en todos lados para no fallarle a nadie… Sí, María Fernanda está ilusionada.
Pero hay que ir con paso cansino. No apurarse. Por eso, lo primero es descansar en sus vacaciones hasta la próxima semana y luego trabajar con todo para llegar en buena forma a los Estados Unidos, donde se realizará el Mundial adulto. Pero, como ella mismo reconoce, obtener el primer lugar sólo le dará el reconocimiento mundial, que tampoco es malo, porque los pasajes a Río 2016 se tendrán que buscar por otro lado.
“En Estados Unidos quiero hacer un buen papel, ojalá poder quedar dentro de las cinco primeras del mundo, que sería muy bueno. Y luego pensar en la clasificación a Río, pues aunque salga primera no tendré el cupo para ir. Es súper complicada la clasificación. Incluso para los Juegos Panamericanos sucede lo mismo, donde tienes que presentar equipos completos y ganar el puntaje. Para clasificar a Río tienen que participar 7 deportistas -mujeres- y nos tiene que ir bien y la suma de puntaje que entrega cada mujer, en un ranking, te va dando la posición del país y en base a eso te dan cupos. El torneo por equipos es en marzo, con 7 niñas representando a Chile”, apunta con entusiasmo entre tanto reconocimiento que le han entregado en las últimas semanas, como el que le otorgó el municipio de Coquimbo, justamente por su participación en Canadá.
Y que por cierto no fue fácil. Porque para volver a ganar una presea, tal como lo hizo hace cuatro años en Guadalajará, Valdés tuvo que cambiar su mentalidad. Sí, era la manera o de lo contrario no más halterofilia. Se venía el retiro.
“Fue muy complicado, ya que tuve dos años y medio teniendo muy mala racha, donde estaba cansada y no quería levantar más. Estaba aburrida del deporte. Me había desencantado, esa es la verdad. Entonces tuve que tomar una decisión y en enero partí a Brasil para entrenar y ver qué pasaba. Porque si sacaba medalla y obtenía los logros que yo quería, seguía entrenando, de lo contrario me retiraba. Es que no le encontraba sentido. Y era problema mío, de nadie más. Buscarle un sentido al deporte, al trabajo, ganando una medalla, era la idea. Y eso lo encontré cuando estuve en Brasil, junto a mi entrenador”, agregó.
PARA TOKIO. Si bien todos festejaron la plata, entre ellos sus padres (Hernán Valdés y Rosetta París), lo cierto es que la celebración bien pudo ser un oro. Pero por un error, una desconcentración, sólo fue plata. “No haber ganado el oro fue un error mío. Fue un tema personal, no estaba preparada, me desconcentré, fue un error. Me equivoqué por motivos equis y luego me repuse y logré la plata. Pero la verdad es que puedes entrenar durante mucho tiempo y por una desconcentración o una equivocación, puedes no lograr nada… perdiste nomás”.
De todas maneras, para la consolidación total, que es una presea olímpica, María Fernanda dice que aún no está preparada. “Clasificar a Río serán mis segundos juegos, pero mi entrenador me dice que los de Río no son mis Juegos Olímpicos, sino que los del 2020. Ahí llegaría en óptimas condiciones, con madurez, para buscar una medalla. Aunque de todas maneras quedar dentro de las 7 ó 5 primeras es lo ideal”.
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Fuente: diarioeldia.cl