En la Región de Coquimbo las mujeres ganan en promedio 21,4% menos que los hombres, lo que la sitúa como la quinta región con mayor brecha salarial de género. Así lo reveló el estudio “Mujer y trabajo: Situaciones de desastre, género y mercado laboral”, efectuado por la ONG ComunidadMujer, entidad que por primera vez hace un zoom a la realidad de la región de Coquimbo, particularmente a su mercado laboral y las desigualdades de género que lo afectan, haciendo además un análisis especial de lo ocurrido tras el terremoto y tsunami del pasado 16 de septiembre.
El sondeo considera el salario por hora de trabajadoras dependientes en edad adulta (25-59 años). Para el mismo grupo de personas, a nivel nacional, la brecha salarial es menor (-17,4%) y, además, los ingresos son sustancialmente mayores. A nivel país las mujeres ganan un 20% más ($2.845 por hora) y los hombres un 14% más ($3.444 por hora).
Si se considera el nivel educacional, la diferencia en la zona es mucho más considerable, pues salvo para quienes tienen postgrado, la brecha salarial de género para todas las categorías educacionales de la región de Coquimbo es mayor que la del promedio nacional. En este sentido, la mayor brecha se produce en la categoría “Nunca Estudió”, donde las mujeres ganan un 35,1% menos que los hombres (en comparación con un -7,3% a nivel nacional).
Considerando desde la “Educación Primaria” en adelante, a medida que se avanza en nivel educacional la brecha de ingreso aumenta, excepto cuando se pasa de la “Educación Universitaria” al “Postgrado”, donde la brecha disminuye en 23,4 puntos porcentuales.
Precisamente, en esta categoría las mujeres ganan un 10,5% menos que los hombres, mientras que a nivel del promedio del país para este tramo etario, las mujeres ganan un 30,4% menos que los hombres.
Paula Poblete, directora de estudios de ComunidadMujer, sostiene que “las cifras son preocupantes, pues mientras las mujeres reciben un salario medio por hora de $2.372, los hombres reciben $3.019. Es decir, en una semana un hombre acumula alrededor de $30.000 más que una mujer, y en un mes, casi $120.000. Estos datos se vuelven aún más alarmantes si consideramos que esta tendencia no ha sido contrarrestada en términos históricos, sino que la brecha de género ha aumentado dramáticamente en casi cuatro veces”, precisa.
A nivel nacional, plantea, urge revisar la Ley de Igualdad Salarial (20.348), aprobada el año 2009 “pues a la fecha ha sido letra muerta. A pesar del desigual escenario descrito, en los primeros cinco años de su implementación se presentaron sólo 51 denuncias, de las cuales 11 fueron constatadas, lográndose verificar la situación de discriminación salarial”, indica.
Algunas de las razones que podrían explicar la baja efectividad de la ley, dice, es que no contiene un mecanismo eficaz que la implemente “pues faltan parámetros objetivos con los que comparar un trabajo y su remuneración; pocos trabajadores (sindicatos) y empleadores (RR.HH.) conocen la ley; la Dirección del Trabajo no tiene capacidad fiscalizadora; se trata de una ley que no afecta a todas las empresas, sino sólo a las con 200 o más trabajadores, dejando, por ejemplo, a las PYMES fuera de esta obligación; y el incumplimiento de la ley se castiga con una multa, no con la igualación de los salarios. Habría que modificar un conjunto importante de normas e instituciones para lograr la efectividad de esta normativa, además de incentivar a las empresas y a los sindicatos a poner este tema entre sus prioridades”, puntualiza.
Realidad laboral
Según este sondeo, al trimestre móvil de julio – septiembre de 2015, la Región de Coquimbo tiene una población económicamente activa (PEA, es decir, de 15 años o más) de 625,62 mil personas, de los cuales un 50,9% corresponde a mujeres y un 49,1% a hombres. No obstante, en términos de tasa de participación, sólo el 48,9% de las mujeres en edad de trabajar pertenece a la fuerza de trabajo (el promedio nacional está en 48,3%), mientras que el 71,8% de los hombres lo hace (el promedio nacional está en 71,4%).
Respecto de las causas de la inactividad de las mujeres de la zona, el estudio develó que un 70,8% arguye razones familiares permanentes (cuidado de hijos, de adultos mayores dependientes, de enfermos o discapacitados). Esta proporción es más de 7 puntos porcentuales superior que la que se da en promedio en el país (63,4%). Totalmente opuesto a lo que viven los hombres de la región, donde el 42,1% de ellos declara tener como su principal razón de inactividad, los problemas de salud permanentes, seguido por las razones de estudio (13,5%); ello a nivel nacional corresponde a un 25,2% y 17,7%, respectivamente.
Rama de actividad
De acuerdo al sondeo de Comunidad Mujer, al igual que en el resto del país, en la región de Coquimbo la mitad de las mujeres adultas (25-59 años) se concentra principalmente en tres actividades económicas: “Comercio” (23,1%), “Enseñanza” (17%) y “Servicio Doméstico” (9,6%). También se desempeñan de manera importante en la Industria (8,6%) y en el “Agro” (7,7%). A su vez, la mitad de los hombres también se concentra en tres actividades principales, pero distintas: “Minería” (18,5%), “Construcción” (17%) y “Agro” (14,5%), y además una proporción importante de ellos trabaja en “Comercio” (14,1%) y “Transporte” (7,5%).
La actividad económica que genera mayor aporte al PIB regional es la “Minería”, industria que ha impulsado políticas para generar avances en pos de una mayor igualdad de género. Las mujeres dependientes en edad adulta (25-59 años) han aumentado sus ingresos reales por hora en un 15% en los últimos 14 años (de $2.697 en el año 2000 a $3.106 en el año 2014) pudiendo con ello reducir la brecha de ingresos de -27% a -4,2% en relación al ingreso de los hombres. En comparación con la Región de Antofagasta, que en “Minería” es la que genera el mayor aporte económico, las mujeres de la Región de Coquimbo ganan un 66% menos ($3.106 vs. $5.157), no obstante tienen una brecha salarial de género 14,4 puntos porcentuales más baja.
Por otra parte, cabe destacar que la mayoría son “Asalariadas del Sector Privado” (47,6%), “Trabajadoras por Cuenta Propia” (20,6%) y “Asalariadas del Sector Público” (18,1%).
De hecho, sólo un 2,1% de las mujeres de la zona se desempeña como “Empleadora”, y aunque en el caso de los hombres esta categoría tampoco es mayoritaria, es más del doble (4,8%). Si se comparan estas proporciones con el promedio nacional se puede ver que existe un porcentaje relativamente menor de “Empleadores” (4,8% vs. 5,5%) y una proporción muy similar de “Empleadoras”.
Trabajo y catástrofe
El boletín de noviembre de ComunidadMujer consideró también un análisis de la situación laboral del sector femenino tras el terremoto y tsunami del pasado 16 de septiembre. Esto porque justamente es en estos eventos, según plantean, donde dichas desigualdades se ven exacerbadas y expuestas en mayor magnitud, pues dan cuenta de las inequidades sociales preexistentes y sitúan a las mujeres en un contexto de mayor vulnerabilidad ante el riesgo.
De hecho, según el estudio efectuado por la entidad, para el trimestre móvil de junio – agosto de 2015, es decir, previo al terremoto, la tasa de desempleo de las mujeres de región de Coquimbo era de 7,1% (superando apenas la tasa nacional de 6,9%), mientras que la de los hombres alcanzaba al 7,0% (casi un punto mayor que la tasa nacional, que llegaba al 6,2%).
En tanto, considerando la última información disponible, para el trimestre móvil de julio -septiembre de 2015, la tasa de desempleo de las mujeres de la Cuarta Región llega al 8,5%, superando ampliamente la tasa nacional de 6,9% y la tasa de desempleo de los hombres de la región, que se mantiene en el 7,0% (casi un punto mayor que la tasa nacional, que llega al 6,1%).
No obstante, Paula Poblete señala que es importantísimo considerar que este 8,5% no permite vincular las cifras de desempleo con la catástrofe del mes de septiembre y que “recién para el trimestre móvil septiembre – noviembre podremos observar el comportamiento de un mercado laboral posterior al terremoto y abordar con mayor certeza sus efectos sobre las características del empleo”.
Agrega que “las cifras nos indican que la tasa de desempleo de las mujeres de Coquimbo es más alto que la observada a nivel nacional (8,5% versus 6,9%). Si lo vinculamos con el período inmediatamente anterior, observamos que en el último trimestre ha aumentado el desempleo de las mujeres, mientras que el de los hombres se ha mantenido relativamente estable”.
Por ello, la ONG plantea que “es clave que los recursos destinados a la recuperación y reconstrucción de las zonas afectadas, mediante los programas, planes y acciones, incorporen la perspectiva de género, cautelando que este apoyo considere las necesidades de las mujeres afectadas, teniendo la especial preocupación de no reforzar los roles tradicionales de género”, puntualiza.
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Fuente: diarioeldia.cl