Pareja de joven niega violencia e inicia las acciones legales para recuperar a sus hijos

 
Existen versiones cruzadas acerca de si fue un eventual maltrato lo que motivó que Katherine Inostroza (28) dejara su casa en Coquimbo junto a sus dos hijos sin avisarle a nadie, por lo que se iniciará una investigación.

La incertidumbre de nueve días llegó a su fin para la familia de Katherine Inostroza. El jueves por la noche, la mujer de 28 años concurrió a las dependencias de la 52ª Comisaria de Carabineros Rinconada Maipú, en la Región Metropolitana, para “entregarse”, luego de haber desaparecido el pasado 2 de febrero. Ese día por la mañana Inostroza salió desde el domicilio ubicado en Sindempart, en Coquimbo, en donde residía con su conviviente Fernando Cárdenas, los hijos que tenían en común de 10 y 4 años, y los padres del hombre.

No había dejado rastro. Según relató Cárdenas a principios de esta semana cuando el tema se hizo público, Katherine se fue junto a los dos pequeños, diciendo que llevaría al mayor de ellos al dentista, pero nunca más volvió, hasta el jueves. Apagó su celular, cerró sus cuentas en las redes sociales y simplemente se le perdió la pista. No le avisó a nadie, ni siquiera a sus familiares más directos, por eso, su pareja estampó la denuncia por presunta desgracia y la Fiscalía dio la orden de investigar a la PDI.

En ese momento se inició una intensa búsqueda, movilizando a la policía a nivel nacional. Paralelamente, sus cercanos difundían su imagen en las redes sociales, para que cualquiera que la viera, a ella o a los pequeños, los contactara ya que estaban desesperados y temían lo peor, sobre todo porque según la pareja de la joven, “no había ninguna razón para que tomara esta decisión. No habíamos tenido problemas mayores y estábamos en un buen momento”, aseguraba un angustiado Fernando Cárdenas.

Por sus propios medios

Pese a lo que creía su conviviente, desde un principio todo indicaba que Katherine había “escapado” por su propia voluntad, tesis que en su momento no podían revelarse pero que fueron corroboradas, y que hablaban de que días antes se había puesto en contacto con una amiga para que la ayudara a ubicarse en la capital y estando allá, no tenía intenciones de volver. Sin embargo, luego de ver su imagen circulando en medios de comunicaciones regionales y nacionales determinó que lo mejor era acudir a Carabineros, para que la situación no siguiera creciendo como una bola de nieve. De esta forma fue como llegó hasta la comisaría de Maipú con sus dos pequeños. Así lo informó el subprefecto Marcelo Méndez, jefe de la Brigada de Investigación Criminal de Coquimbo, quienes tomaron el caso. “Ella se entregó voluntariamente y le señaló a Carabineros que era la persona que andaban buscando. Nosotros recibimos esa información, pasadas las 20:00 horas y le comunicamos al fiscal a cargo del caso, Carlos Vidal, quien dio una orden verbal para que personal de la PDI de Santiago concurriera a tomarle declaraciones a la persona y establecer su estado de salud y el de los menores de edad”, indicó Méndez.

En relación a las causas que habían motivado su partida desde Coquimbo, según el jefe de la Bicrim, la mujer declaró que decían relación con problemas familiares. “Lo que informó a los detectives es que ella, por iniciativa propia, había abandonado el inmueble en Sindempart, a raíz de problemas de convivencia en general. No especificó nada más. Ni violencia ni nada de aquello, eso será ahora materia de investigación de acuerdo a lo que mandate el fiscal”, precisó el policía.

Conviviente

Aunque no cometió ningún delito, igualmente la mujer fue apercibida, teniendo que fijar un domicilio en Santiago para posteriormente ser citada a declarar en la fiscalía de Coquimbo cuando se le requiera. Claro, lo más probable es que se dé inicio a una investigación por violencia intrafamiliar, ya que existen informaciones cruzadas en relación al tema. Por una parte, desde Carabineros indicaron que cuando Katherine Insotroza llegó hasta la comisaría de Maipú fue llevada hasta un servicio de urgencia cercano, donde se constató que “la mujer presentaba lesiones atribuibles a golpes producto de posible violencia Intrafamiliar”. Sin embargo, desde la PDI, el subprefecto Marcelo Méndez afirma que cuando el personal de esa institución llegó al lugar, tanto la mujer como los niños se encontraban en buen estado de salud, por lo que aquello todavía está en la nebulosa. Lo que sí está claro es que los problemas de convivencia existían y aquello es reconocido por el propio conviviente Fernando Cárdenas, quien el jueves por la noche recibió la información con sentimientos encontrados. Claro, en las redes sociales se le sindicaba a él como el responsable de la partida de su pareja y se daba por sentado que existía violencia de género. “Estoy contento porque hayan aparecido los tres con vida, porque no sabíamos nada de ellos y era desesperante, pero estoy dolido por lo que se ha dicho, porque se ha dado a entender de que ella sufría maltrato, de que yo la golpeaba y eso no es así. Ella sabe que no es así”, afirma Cárdenas, quien agrega que ya ha mantenido comunicación con su, a estas alturas, ex pareja, y que ella habría reconocido que esa información no era real. “Hablamos por teléfono y me dice que ella nunca quiso decir que yo la agredía, nunca. Y cuando le pregunto por qué se fue no es clara y me dice que me lo va a explicar en persona, cuando vuelva a Coquimbo. Yo estoy esperando porque hay mucho que aclarar”.

Reconoce que sí había problemas, pero nunca pasaron a mayores. “Había discusiones, pero no para que alguien tomara una decisión así, llevándose a los niños que son mis hijos, eso no se lo doy a nadie. Si quería irse podía hacerlo, no estaba amarrada, pero no de esta manera, con ellos. Ese es el dolor que uno tiene ahora”, dice el joven, también de 28 años.

A tribunales

Cárdenas es enfático. Dice que no hay vuelta atrás en la relación, pero quiere asegurarse de que no tendrá problemas para ver a sus hijos en el futuro, por lo cual interpuso un recurso de protección y está citado para el día lunes 15 a los tribunales de familia de Coquimbo, donde también debería asistir la madre de los menores, para llegar a un acuerdo en cuanto al cuidado de los menores. “Yo no quiero nada de ella, ni disculpas ni nada. Lo que quiero es saber dónde estarán mis hijos y que no se los lleve de nuevo. Por eso recurrí a la justicia para llegar a un acuerdo, porque tampoco quiero quitárselos, pero sí que esto quede regulado por un juez”, sostiene.

Hermetismo

Consulados en la Fiscalía, manifestaron que no podían referirse a lo que venía ahora en materia de investigación, para no entorpecerla y por motivos legales, pero desde la PDI afirmaron que todavía no recibían ninguna orden para investigar una eventual violencia física en este caso.

Diario El Día quiso tener su versión. Sí, la de ella, la principal protagonista de esta intrincada historia. Fue contactada pero en una escueta conversación telefónica dijo que no hablaría del tema y que sólo quería que “la dejaran en paz”. Por lo pronto, continúa en la Región Metropolitana, ya que se encontraría viviendo tranquila con sus hijos en la casa de una amiga. Sin embargo, por motivos legales, debería volver a la zona antes del día lunes, o, de iniciarse una investigación, cuando la justicia lo requiera. 
 

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Fuente: diarioeldia.cl