¿Vive La Serena un boom de las carnicerías, son necesarias, se condicen con el funcionamiento de la ciudad, cómo las ve la comunidad? Estas son algunas de las preguntas que muchos quieren ver respondidas.
La primera, según el especialista en marketing, Alberto Sepúlveda, es que no se puede hablar de boom cuando son solo tres locales los que están funcionando entre cientos de otros rubros, muchos de los cuales se repiten, sin que se hable de boom. “Lo que ocurre es que antes no había carnicerías, pero un boom no es, para eso tendría que ocurrir que muchos más se instalaran en el centro. Por otra parte, la gente ya está acostumbrada a adquirir estos productos en los supermercados, entonces al aparecer estos negocios parece que fueran muchos más, pero son apenas tres”, señala.
Sobre si se condice con el funcionamiento de la ciudad indica que La Serena es una ciudad turística y las ciudades turísticas tienen una gran diversidad de ofertas para quienes las visitan, pero también tienen servicios para quienes viven en ellas. “Si no son necesarias o no están acordes con la ciudad, desaparecerán solas y si existe la necesidad, se mantendrán en el tiempo”, señala Sepúlveda.
La autoridad
Para la comunidad en términos generales, es positivo que haya la posibilidad de comprar carne en cualquier punto de la ciudad, ya que consideran que no es privativo de los supermercados su venta. Sin embargo, entre las autoridades comunales han posturas divididas y algunas aspiran a sacarlas del centro de la ciudad en el futuro, considerando que son un perjuicio para el turismo.
El alcalde de La Serena, Roberto Jacob, mencionó que no le molesta su presencia en el centro, agregando que además no existe ninguna prohibición para que se instalen, “cumpliendo con todo lo que corresponde no debería haber problema. Yo no veo el inconveniente de que existan esas carnicerías, lo que hay que hacer es buscar la comodidad de la gente, personalmente no me molestan, siempre que mantengan toda la parte sanitaria en regla, yo no he sabido de quejas”.
El edil recordó que antiguamente había carnicerías en los barrios las que casi no existen, pero cree que se está diversificando el comercio.
Quien tiene una visión completamente opuesta es el concejal Carlos Thenoux, señalando que el Plano Regulador anterior lo permite y es lo que están tratando de cambiar. “Si eso está indicado legalmente, el Departamento de Patentes las está otorgando, pero yo no estoy de acuerdo, hay críticas de los vecinos, sobre todo en la temporada estival”, indica.
Thenoux argumenta que aprecia que no se estaría cumpliendo con algunas medidas de ventilación. “Al pasar por calle Cordovez es bastante complicado, nosotros hemos recibido quejas de eso y lo mismo está ocurriendo en calle O’higgns y ahora en calle Balmaceda (calles donde se encuentran las tres carnicerías existentes). Hay una proliferación de carnicerías que el Plan Regulador lo permite y nosotros vamos a tratar de hacer algunas regulaciones”, insiste el concejal.
Su rechazo también lo liga con el turismo, indicando que tenemos un casco histórico que es bastante especial y que tenemos que cuidar, la gente que viene a turistear, a disfrutar y los mismos habitantes nuestros buscan una ciudad agradable no solo a la vista sino que también al olfato”.
Según Carlos Thenoux su postura no es coartar la libertad de trabajo, sino que hay que ponerle un límite a las cosas y hace la comparación con las botillerías, indicando que tener 3, 4, 5 carnicerías en el centro no era adecuado. “No es limitar, pero tampoco hay que exagerar dando tantos permisos a este rubro, hay que pensar en las características de la ciudad”, dijo.
El público
Opinión distinta tienen la mayoría de los usuarios a los que consultamos en una encuesta por el centro de La Serena.
Margarita Verdugo cree que es un ayuda para las personas que trabajan en el centro y “pueden comprar cuando se van a sus casas sin tener que entrar a un supermercado a hacer tremendas filas. No puedes ir a comprar un par de bistec y tener que estar media hora o más en una fila. Creo que es bueno para todos y al que no le gusta que no las visite, es fácil”.
Nolvia Pastene, es de similar opinión indicando que “me parece bien que haya carnicerías, podrían instalarse verdulerías también, son negocios que uno siempre necesita tener cerca”.
Por otra parte, Vicente Herrera, opina que “desde que se instaló la primera (en Gregorio Cordovez) que voy a comprar. Ahora comparo los precios con las otras dos. La carne molida, por ejemplo, siempre está más barata en la de Balmaceda y el Pollo en la de O’higgins”, precisa. Sobre los olores, indica “es olor a carne, nunca he sentido otro olor”.
Mónica Escudero es directa, “no me gustan” y agrega que basta pasar por fuera de estos negocios y “se siente un olor desagradable, creo que no deberían autorizarlas”.
Mercedes Opazo, indica que no le molesta, “he comprado y la atención es buena, si hay personas que se oponen no las entiendo, porque las carnicerías pasan llenas de público todo el día”.
Quien también se opone es Clara Becerra, quien señala que “desentonan completamente con el comercio normal de La Serena, pueden instalarlas en las poblaciones, pero acá no”.
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Fuente: diarioeldia.cl