En los 105 años de historia de la Copa América, la selección de fútbol de Chile buscará su primer título. Parece ser el momento propicio para terminar con la maldición de los segundos lugares que en cuatro oportunidades ha frustrado el anhelo de alzar la corona. Con una generación rica en nombres, varios de ellos triunfando en Europa, el técnico argentino Jorge Sampaoli buscará, desde hoy y frente a Ecuador en el Estadio Nacional, romper ese techo para comenzar a darle un giro a esa historia.
“Es lo que se merece esta generación”, comentó el delantero Alexis Sánchez, una de las actuales figuras del seleccionado y que triunfa en el Arsenal de Inglaterra, asumiendo la responsabilidad de la localía y por las buenas clasificatorias que realizó la Roja para Sudáfrica 2010 y Brasil 2014, avanzando a la ronda de los octavos de final.
El “Niño Maravilla” manifiesta el sentimiento general de los chilenos y esa frustración existente respecto del máximo certamen de selecciones en Sudamérica, asumiendo que parece haber llegado la hora para cantar victoria, por lo complejo que resulte el objetivo asumiendo que Argentina, con Lionel Messi a la cabeza, Brasil, Uruguay y Colombia, tienen los argumentos para pelear por el cetro.
A todos ellos no los persigue esa necesidad inmediata de los chilenos, que, junto a Ecuador y Venezuela, son las únicas que jamás han podido levantar el certamen. Sin duda que habrá una presión desmedida para los seleccionados, aunque el portero y capitán Claudio Bravo busca traspasar esa exigencia a los medios de comunicación, planteando que ellos están encendidos y muy abocados a la obtención del torneo.
La generación de Alexis, Medel, Vidal, que comenzó a construir sus carreras hace ya largos ocho años en el Mundial Sub 20 de Canadá, espera reivindicar en suelo criollo a esas grandes generaciones de nombres ilustres de nuestro balompié que rozaron la gloria como Elías Figueroa, Jaime Ramírez, Enrique Hormazábal y Leonel Sánchez, que discutieron la corona ante Argentina en una ocasión, Paraguay en otra y dos con los celestes de Uruguay.
Nunca se había estado tan cerca como en los años del sudamericano de 1955 y 1956, cuando eran dirigidos por Luis Tirado; en 1979 -sin una sede fija- (Luis Santibáñez) o en 1987 en Argentina (Orlando Aravena), donde, incluso, se dejó en el camino a Brasil con una soberbia actuación del Cóndor Rojas y los delanteros Juan Carlos Letelier e Ivo Basay.
Ese año 1955 se lució Jaime Ramírez, Jorge Robledo, el mismo “Cua Cua” Hormázabal y Manuel Muñoz, entre otros; mientras que un año más tarde emergió Leonel Sánchez; Elías Figueroa junto a Carlos Caszely en 1979 y Roberto Rojas, el ovallino Eduardo “Mocho” Gómez y Jaime Pizarro en 1987, son algunos de los jugadores que estuvieron muy cerca de conquistar el trofeo y donde la Roja dio el batatazo al golear 4-1 a Brasil en el estadio Chateau Carreras de Córdoba, con una actuación llena de luces sobre los nombres de Valdo, Raí, Romario, Careca y Muller.
Fue una copa especial. Nadie esperaba nada del equipo dirigido por el técnico Orlando Aravena. A última hora viajaron una vez que los jugadores resolvieron los premios. En Argentina se comentaba que Chile no se presentaría a jugar ante Venezuela y cuando lo hace vence por 3-1. Luego superó al “Scratch” en su grupo, asomando en el horizonte Colombia, al que venció en un dramático alargue por 2-1 con una anotación agónica de Jaime Vera.
Gómez, radicado en Ovalle (ver entrevista en páginas 18-19), recuerda esa final con los charrúas señalando que “enfrentamos a una selección con tradición futbolística increíble, con títulos mundiales y en semifinales dejó afuera a la Argentina de Maradona”.
El gran Elías Figueroa, en tanto, a sus 68 años ya vibra con la edición 2015. Don Elías participó en la Copa América de 1979. Chile parecía ser mejor equipo que los guaraníes, pero el mal partido en la ida en Asunción, donde cayeron por 3-0 les pasó la cuenta. En la vuelta en Santiago se impusieron por 1-0 que obligó un tercer encuentro en Argentina que terminó sin goles, por lo que los guaraníes se quedaron con el trofeo por la diferencia de gol.
Sin duda, que en su leyenda a Figueroa le faltó ese capítulo de gloria y lo evoca reconociendo que se estuvo muy cerca de lograrlo, “ya que hoy la Copa América es muy importante para los chilenos, porque no hemos podido obtenerla, pese a estar en muchas oportunidades a las puertas de alzar la corona. La Copa ilusiona mucho, no sólo en lo deportivo sino en lo social. La gente está esperando el torneo. Chile siempre ha tenido buenas organizaciones y ahora, contando con un gran equipo, también se puede luchar por lograrla”, reseña.
Fuente: diarioeldia.cl