Basilio Plaza y su esposa viven en Canela Alta. Aún tienen en sus mentes el fuerte terremoto del 16 de septiembre.
Su relato es dramático. “De repente vino el terremoto, arrancamos para salvarnos, cuando regresamos no teníamos casa. Ahora vivimos en una carpa de la Municipalidad. Mi señora, desde ese momento que no habla nada”, advierte.
Dentro de una aparente normalidad, y varias réplicas durante el día, Canela se esfuerza por levantarse del sismo. Los adultos mayores y los niños son los más afectados por los síntomas post-terremoto, aun cuando se encuentra en marcha un programa para tratar los casos graves de angustia y temor.
250 casas con pérdida total y aproximadamente mil damnificados, es el saldo que deja temporalmente en Canela el terremoto del pasado miércoles.
Una ciudad que se encuentra impactada por los efectos de 16S, en donde el gobierno comunal se multiplica, para satisfacer las demandas de los pobladores afectados.
TENSA CALMA
El centro de Canela es una falsa expresión de normalidad, porque se observan casas cuyas murallas están en el suelo, e inmuebles al que le falta una mitad de la vivienda. Cintas de polietileno, restringe el paso de los peatones porque marcan las viviendas que están a punto de derrumbarse. Y siguen las réplicas.
Las escuelas que no constituyen peligros para sus estudiantes siguen funcionando, y los profesores continúan con sus clases, dando muestras de entereza y normalidad, a una ciudad que enfrenta graves problemas.
Aunque la mayoría de los organismos estatales se constituyeron en la ciudad, hasta hubo visita de la Presidenta Bachelet, y ministros de estado, quienes habitan en el lugar admiten que faltaría ayuda traducida en alimentos no perecibles, frazadas, colchones, agua, carpas, útiles de aseo personal, desinfectantes, que son necesidad primaria en los desastres naturales.
LOS EFECTOS EN EL ADOBE
En un recorrido por el sector rural de Las Tazas, el alcalde Bernardo Leyton y el diputado Núñez constataron el daño sufrido en las casas, la mayoría construida con adobes y habitada preferentemente por adultos mayores. Su situación es precaria. Junto a la pobreza que por muchas décadas los ha acompañado, surge esta otra situación que profundiza su condición. Es por ello que cunde la desesperación y la impotencia.
El alcalde Leyton califica la situación de grave, “ requerimos pronta ayuda. A la gente se le acaba la paciencia, quieren ver en la ejecución, las órdenes que impartió la Presidenta Bachelet, en orden a que el auxilio llegue pronto y en cantidad proporcional, a la necesidades de Canela.”
Insiste que no se debe olvidar que el sector de Canela fue donde se vivió el epicentro del sismo, pero cree que no han sido tratados con la misma relevancia que otras zonas. “Tal vez porque estamos más lejos. No lo sé. Lo que sí sé es que Canela requiere y demanda pronto ese auxilio. Se germina el descontento en nuestros habitantes, y es una olla en ebullición”.
El diputado Núñez aseguró que junto con verificar los daños del terremoto en terreno, le estaban entregando tranquilidad a las personas y recalcando que la ayuda llegará. “El terremoto golpeó mucho las zonas rurales del Chopa y caletas pesqueras. Con Vialidad se está coordinando el despeje de las rutas. Onemi municipal ha estrechado la relación con el gobierno regional para coordinar la ayuda. El punto de acopio del Choapa, según me informa el capitán del ejército a cargo, será en Canela. Se está trabajando intensamente, pero falta mucho”.
MOVILIZACIÓN LATENTE
Pese a las señales que ha enviado la autoridad política, cada día que pasa los habitantes de Canela se comienzan a impacientar. Incluso, vecinos de Huentelauquén han amenazado con tomarse la ruta cinco si la ayuda no llega pronto. De hecho, lo dieron a conocer el jueves pasado en una reunión con el alcalde Leyton y el diputado Núñez tuvieron en el sector.
La impotencia cundió cuando en la comuna se dejó caer una intensa lluvia que afectó a los damnificados que aún están habitando en carpas por la emergencia.
Fuente: diarioeldia.cl