Indignación e impotencia. Este es el sentimiento de los vecinos del condominio Costas de Peñuelas 1, ubicado en plena avenida Costanera y a pocos kilómetros de la “zona cero” del terremoto y tsunami del pasado 16 de septiembre.
La molestia es total, ya que desde el día mismo de la catástrofe dos de sus cuatro torres no cuentan con los servicios básicos de agua y luz, esto derivado de que las bodegas se encuentran colmadas de agua, impidiendo la reposición del servicio eléctrico y por consiguiente del vital elemento.
Diario El Día constató en terreno lo sucedido, lo que ha provocado que muchas de las cosas que se encuentran en las bodegas tengan que ser sacadas a pulso, gracias al apoyo de voluntarios del Regimiento Coquimbo, que accedieron a la petición de los vecinos. Además, se les inundaron espacios comunes como quinchos y salones multiuso. Si bien cuentan con seguros, aún no hay soluciones.
Juana Valdivia Reyes vive en el condominio y ha liderado este proceso, labor en la que el administrador “ha mostrado muy poco compromiso”, consigna. “Parece que se nos hubiese terremoteado ayer. Ante la desesperación, por eso llamamos a los militares, que con mucho empeño nos han apoyado”, destacó.
Consultado por esta situación, el administrador del condominio, Marcelo Amaral, aseguró escuetamente que “siempre habrá gente molesta. No siempre puedo dejar contentas a 120 personas”, señaló.
En tanto, el teniente Adolfo Castro, del Regimiento Nº 1 Coquimbo sostuvo que “estamos ayudando con el mayor de los ánimos y con la alegría que nos caracteriza. Nos debemos a la comunidad”, subrayó.
Fuente: diarioeldia.cl