Surge debate acerca de cómo enfrentar a los microbasurales: ¿educar o innovar?

 
Las cifras lo ratifican, las miles de toneladas que retiran año a año los departamentos de aseo de los diferentes municipios de la región son un claro ejemplo de la realidad que vivimos como país. Apostar por la educación de las personas o por implementar nuevos proyectos es parte de los cuestionamientos que surgen ante este problema.

Son el peor rostro de las ciudades, a veces extendidos en sectores periféricos o emplazados simplemente en sitios eriazos cercanos a una población. Los microbasurales se han transformado en una constante guerra con la que tienen que luchar los municipios de las comunas de la Región de Coquimbo.

Señalan que a veces se ganan algunas batallas, pero bastan solo algunos días para ser derrotados nuevamente. “No sacamos nada con limpiar si a los días después nuevamente se acumula basura”, indica el encargado del Departamento de Aseo de la Municipalidad de La Serena, Pedro Valencia.

Intervenciones

Solo en la comuna de La Serena el año pasado retiraron 2.157 toneladas de basura de 304 vertederos ilegales. Además se debe considerar la inversión destinada a la intervención de los microbasurales, en la capital regional el año pasado se desembolsaron 250 millones de pesos solo a esta acción.

Realidad que confirma el jefe del Departamento de Aseo y Ornato del municipio de Ovalle, Marcelo Tabilo, indicando que “el tema de los residuos es muy complicado de tratar y la verdad es que los costos son altísimos”.

En Coquimbo en tanto, durante el año 2014 retiraron 2.500 toneladas de basura, especialmente desde los sectores de San Ramón y en Guanaqueros. “Este es un tema cultural, aunque nosotros contemos con programas muchas veces se generan acopios no autorizados. Mientras más tiempo dejemos sin atacar el sector se va sumando más basura”, comentó el jefe del Departamento de Gestión Ambiental de Coquimbo, Juan Carlos Rojas.

Si bien en Ovalle se desconoce una cifra exacta de retiro de basura, Tabilo indica que esta comuna no escapa a la realidad de las otras ciudades “Acá, sitio eriazo que hay lamentablemente se convierte en un foco de inicio de microbasural, tenemos varios de esos puntos. Por otro lado, contamos con sectores que ya son históricos y que están consagrados como vertederos clandestinos”.

Una de las zonas que más complica al municipio ovallino es el microbasural ubicado en la quebrada del Ingenio y otros que se emplazan en la ruta que une a Ovalle con Río Hurtado y el histórico lugar de acopio, la orilla del río.

“Las municipalidades a nivel general se ven sobrepasados con los microbasurales. Si uno se pone a pensar ¿Es acaso responsabilidad de la municipalidad que una persona descriteriada y sin cultura bote esta basura? Creo que eso pasa por tener un respeto al lugar donde vivimos primero”, recalca Tabilo.

¿Cómo erradicarlos?

¿En quienes recae la responsabilidad de mantener limpios estos sectores? ¿Son acasos los municipios superados por la realidad? ¿Cuáles son las alternativas? Son alguna de las preguntas que nacen en torno al tema que preocupa no solo a las autoridades sino que al ciudadano de la zona.

Son varias las denuncias, por ejemplo, que este diario recibe a través de reporteros ciudadanos sobre algún vertedero o lugar que ha sido usado para botar cualquier tipo de basura.

Sin discrepancias, los municipios señalan que ellos sí han estado cumpliendo con la tarea de limpiar estos sectores, sin embargo, tal esfuerzo no ha tenido las consecuencias que esperaban. 

Aludiendo a las responsabilidades de este tipo de acumulaciones de basura- las que en algunos casos llegan incluso a formar parte de un recurso de protección- el jefe del departamento de Acción Sanitaria de la Seremi de Salud, Herman Cifuentes, manifestó que gran parte de esta recae en la comunidad, la que luego se ve afectada por las consecuencias de estos vertederos. “En esta materia el particular, la persona o la población en alguna medida coadyuvan a que esa disposición de basura se vaya generando, las que se van desarrollando en forma espontánea y que cuando empiezan a aparecer roedores o vectores en general como las mosca o lo malos olores, producto de la descomposición de la materia orgánica, ellos prácticamente se sienten molestos, siendo en parte también responsables de lo que ahí se generó”.

Acciones legales

No hace mucho se conocía a través de los medios de comunicación la decisión tomada por el alcalde de La Serena, Roberto Jacob, de interponer un recurso de protección ante la Corte de Apelaciones contra quienes resulten responsables del microbasural que se creó en un terreno privado ubicado en la quebrada Los Loros cercano a la villa El Romero, afectando a varios vecinos que salieron a protestar por las emanaciones de humo que se generaban en el sector.

En esa oportunidad, el edil se refirió a este tipo de casos argumentando que “yo creo que aquí hay una cultura de botar la basura en cualquier parte y eso no debe ser porque perjudican a los propios vecinos. Esto es una muestra que de aquí en adelante vamos a tener que tomar acciones legales definitivamente porque es la única forma de ponerle atajo a esto”.

A raíz de esta denuncia, la semana pasada la Corte de Apelaciones dio orden de no innovar en el sector, es decir, prohibió el funcionamiento del vertedero mientras la tramitación del caso esté en curso.

Educar

Al parecer solamente enfocar los trabajos al retiro de basura no es suficiente, por eso los municipios están apuntando a nuevas estrategias que les permitan tener buenos resultados. En el caso de La Serena, por ejemplo, solo en lo que va de este año ya han retirado 380 toneladas de basuras en una intervención a 18 microbasurales. El objetivo para el periodo será haber limpiado 143 vertederos. Sin embargo, estas intervenciones estarán acompañadas de una nueva línea de trabajo consistente en la educación e intervención con las organizaciones vecinales. “Al detectar un vertedero ilegal nosotros acudimos al lugar y vemos el entorno, es decir, las organizaciones que hay en el lugar y los convocamos a una reunión, hacemos una presentación y le mostramos su entorno, ellos al ver estas imágenes les da vergüenza, ya que están conscientes de que muchas veces viven rodeados de la basura”, señala Valencia.

Generar una conciencia para que los propios vecinos se transformen en un muro de contención para evitar dejar basura es una de las estrategias del municipio serenense. “Aquí las organizaciones deben cuidar su propio entorno. Después de eso vamos a los colegios con volantes para entregárselos a cada alumno, para que todos los apoderados se informen”.

EL municipio ovallino en tanto, por primera vez apunta al tema educacional. “Vamos a iniciar una campaña de cultura y educación para enseñarle a la gente. En Ovalle nunca he visto una campaña con el tema de cuidado del aseo y del entorno. Entonces queremos generarla e informar”, dice Tabilo.

Lo mismo pasa en Coquimbo donde se trabaja directamente con la comunidad. “Se hace una serie de charlas, donde a la gente, por ejemplo, se le habla acerca del manejo de la basura. Es importante que los dirigentes de las juntas de vecinos sean informados”, declaró el coordinador del Departamento de Aseo de esa comuna, Juan Rivera.

A la educación surge también otra alternativa que está siendo analizada por algunos departamentos de aseo de los municipios. Se trata de poder contar con algún depósito regulado y controlado de escombros que se ubique en sectores unos pocos más cercanos a la ciudad. “Esta puede ser una muy buena alternativa siempre y cuando los estudios que se hagan no sean de tontas y a locas. Entendemos que ir al vertedero son 17 kilómetros igual les complica, entonces entre ir a un lado que quedaría por ejemplo a 3 kilómetros no hay diferencia. Entonces sería ideal que los municipios tuviesen además de vertederos centros de acopio para tratar como residuos que se pueden utilizar para reciclar, pero para llegar a eso se debe cumplir con una serie de requisitos”, señala Tabilo.

Iniciativa que ya está siendo evaluada por el municipio serenense. “Lo que estamos conversando es que existan lugares autorizados para recibir escombros”, indicó Valencia. “Hay empresarios que han conversado con nosotros y que están dispuestos a invertir para tener este lugar. La idea es que cumpla con todas la leyes.”.

Los riesgos

Posibles combustiones producto de la descomposición de la basura o el arrastre de esta por las quebradas son parte de los riesgos que representan estos microbasurales para la ciudadanía. Hace pocas semanas veíamos a través de la televisión las impactantes imágenes de la ciudad de Copiapó, que tras las intensas lluvias, el río arrastró una serie de escombros y basura acumulada por años en la costanera que por mucho tiempo estuvo seca y que sirvió de acopio ilegal.

“Para la población igual es un riesgo, se producen combustiones, hay quemas de esta misma basura y se genera humo tóxico que es dañino para la población. En caso de bajada de quebradas todo esto se va a hacia el mar o hacia lugares más bajos donde arrastra la contaminación y hay riesgos de gran importancia como una posible emergencia sanitaria”. Indicó el segundo comandante del Cuerpo de Bomberos de La Serena, Elias Heredia. 

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Fuente: diarioeldia.cl