En el historial de Víctor Castañeda, como entrenador, ha tenido que lidiar con momentos difíciles. En la “U” y en La Serena, en especial, quizás su último ciclo con los ruleteros de Everton, vivió tormentas y supo enfrentarlas. Eso lo ha curtido hoy. Da la sensación que nada lo perturba o lo intranquiliza, aunque ciertamente sus procesiones las lleva por dentro, aunque trata que sus dirigidos no lo perciban.
Eso sí, se desahoga ante ellos si no está conforme y busca rápidamente la claridad definiendo sus estructuras futuras.
Castañeda goza de la confianza de los directivos, no cabe duda. Todavía tiene crédito con la hinchada, pese a que estos no suelen perdonar derrotas con su clásico adversario, aunque debe estar alerta a las señales.
El presidente pirata, Fernando Sánchez, junto al nuevo dueño Sergio Morales, leyeron la cartilla a los jugadores tras el revés ante La Serena, en una visita realizada el martes donde mostraron su inquietud por el presente futbolístico.
Es una inmensa presión para todos. No merece otra lectura el tema.
En el puerto se armó un equipo para pelear desde ya la vuelta a la categoría grande y hasta este rato no lo están haciendo como esperan los que cancelan mes a mes.
“Un tirón de orejas”, como quieran llamarle y que condiciona, mete exigencias y apura también a los hinchas, que ya reclaman por triunfos y más triunfos.
El sábado, ante Puerto Montt, llegó la primera opción para convertir en anécdota este comienzo y comenzar a transitar entre los equipos que irán a la pelea por esos cuatro cupos liguilleros, como lo esgrime el central argentino Elian Parrino, quien dice que estas cosas pasan siempre, “las visitas son buenas y se hacen siempre”, comentó al programa Golazo. “Entendemos el mensaje y tenemos que ir por la recuperación”, explicó.
Fuente: diarioeldia.cl