“Damos gracias por estar vivos, pero este fue un duro golpe en plena desgracia”. Esta frase que se repitió en boca de los habitantes de Tongoy, en Coquimbo, dejó de manifiesto el drama que atraviesan tras ser víctimas del terremoto y tsunami que afectó a toda la región y que causó graves daños en el balneario, que ya hace unas semanas había sufrido las inclemencias de la naturaleza.
Así, el amanecer de ayer fue muy triste para los tongoyinos, quienes tras ser evacuados, juntos esperaron la aparición de los primeros rayos de sol para bajar desde las zonas de seguridad, y ver los efectos catastróficos que dejó el tren de olas que impactó al casco histórico de la localidad costera, derribando locales comerciales y viviendas, mientras, una serie de domicilios resultaron cubiertos de agua y arena .
Ante ello, un equipo de diario El Día se hizo presente en el lugar para constatar los efectos del terremoto y tsunami en Tongoy, presenciando escenas de pr-ofundo dolor e impotencia en los pobladores, que intentaban recuperar algunas de sus pertenencias esparcidas por la calle Fundación y el sector de la plaza principal. En tanto que, algunos consultaban por la ubicación de sus seres queridos, tras hacerse público el fallecimiento de Eduardo Carrera Pulido (59) en el sector de Puerto Aldea y la desaparición de otras personas en la caleta El Totoral.
VIVENCIAS. Con el correr de las horas, se accedió a conversar con los tongoyinos afectados por el lamentable evento de la naturaleza, y se constató que a lo menos dos personas sufrieron la pérdida total de domicilios y negocios, ubicados en las cercanías de la playa Socos, lugar donde se concentró el potente accionar del mar.
“No puedo creer que mi casa ya no esté y que no tenga nada. Quedé en la calle tras 30 años de trabajo en mi local de entretenciones que con tanto esfuerzo me costó tener para dar sustento a mi familia, y la tristeza que me agobia ahora es inmensa. Aún no sé cómo reaccionar, o qué hacer”, señaló a diario El Día, Eugenia Casanga, propietaria de las entretenciones El Estero, quien al borde de las lágrimas pidió a las autoridades ayuda para poder contar con un lugar donde habitar, siendo catastrada para ello.
Por su parte, Rubén Solís, vecino de Tongoy que también perdió su vivienda, además de un taller de artesanías, relató los angustiantes minutos que debió vivir para salvar del impacto de las olas a su familia. “Estaba cargando mi camioneta para ir a trabajar a la Pampilla de Coquimbo cuando comenzó el temblor, por lo cual, decidí no continuar. Pasados unos minutos, salió mi nieta y me dijo que la ola venía, en ese instante nos subimos al vehículo y por el retrovisor veía avanzar al agua, que casi nos lleva a todos”, señaló.
El poblador, además consignó que sufrió la pérdida de una serie de implementos de trabajo, propiciado también por los saqueos que afectaron a diversas viviendas y locales comerciales, en instantes que la comunidad debió abandonar la zona de inundabilidad, que según detalló, aún carece de una definición certera y clara.
COMERCIANTES. Los empresarios turísticos de Tongoy y propietarios de negocios de abarrotes, estaban listos y dispuestos para recibir a los turistas que llegarían en masa al balneario durante los festejos patrios, invirtiendo cuantiosos recursos en productos para ser comercializados. Sin embargo, la naturaleza dijo otra cosa y sus locales fueron inundados ocasionando millonarias pérdidas, que complican aún más la situación por la cual atraviesan.
Respecto a ello, diario El Día dialogó con Raúl Sanders, empresario de Tongoy y director de la Corporación de Turismo de Coquimbo, quien aseguró que lo sucedido impacta de manera rotunda al sector turístico y comercial, ya que las fiestas patrias son la antesala a la temporada estival. “Estábamos dispuestos a recibir un importante número de turistas, pero la mitad del pueblo está en el suelo y un 30% de los locales gastronómicos están destruidos, que junto a los pequeños negocios, bordean los 40 recintos”, precisó.
Sanders, también efectuó un llamado a las autoridades de Gobierno a agilizar la implementación de mecanismos para ir en ayuda del sector comercial y turístico de Tongoy, considerando que además entregan una oferta laboral a gran parte de los mismos habitantes del balneario, que también serán golpeados por la cesantía ante la emergencia vivida.
GOBIERNO. Para ver en terreno el mal estado en el cual quedó Tongoy post tsunami y canalizar la ayuda necesaria para ir en auxilio de sus habitantes, la Presidenta de la República, Michelle Bachelet, recorrió las calles del balneario y pudo conversar con la comunidad, quienes a viva voz nuevamente emplazaron al Gobierno a otorgarles la calidad de comuna para alcanzar el anhelado desarrollo, a lo cual, la mandataria respondió que se analizarán los estudios ya realizados, que podrían dar luz verde a la histórica demanda.
“Estamos en terreno con los ministros para que todos los instrumentos de ayuda desarrollados puedan llegar a los vecinos afectados. Considerando que junto con la pérdida de sus enseres y viviendas, muchas familias también se quedaron sin sus negocios que operaban en el mismo lugar”, señaló Michelle Bachelet, quien también precisó que se iniciará un catastro para dar paso a la entrega de los beneficios.
PESCADORES. El gremio pesquero artesanal nuevamente fue impactado por la fuerza del mar, que esta vez ocasionó la pérdida de al menos 15 embarcaciones, sumándose a la catástrofe que los golpeó el pasado 8 de agosto. Por su parte, la caleta de pescadores que está en remodelación también fue embestida por el oleaje, ocasionándole solo daños menores.
Fuente: diarioeldia.cl